Habitantes de pueblos del Alto Balsas reclaman tener médicos y enfermeras

Habitantes de poblaciones asentadas a las margenes del Río Balsas se manifestaron en las oficinas centrales de la Secretaría de Salud Guerrero, para demandar la asignación de médicos y enfermeras para atender las necesidades de una docena de poblaciones pertenecientes a los municipios de
Tepecoacuilco y Mártir de Cuilapan.
Los quejosos que estuvieron encabezados por comisarios y representantes de poblaciones como San Juan Tetelcingo, Sabana, Sasamulco, San Miguel Tecuiciapan, Tula del Río y otros de la zona conocida como la “Ruta de los Santos”, llegaron a Chilpancingo para demandar que se les mejoren los servicios de salud de manera integral para evitar que personas de estas poblaciones, sigan muriendo por piquetes de alacrán o pos simples infecciones de estómago.
Servicio Nava Cruz, señaló que esta manifestación fue pacífica y fueron atendidos directamente por el secretario Carlos de la Peña Pintos, quien les ofreció atender todas las demandas y se hizo el compromiso de enviar una dotación extraordinaria e inmediata de medicamentos a estos pueblos.
Como resultado de esta reunión para la comunidad de San Miguel Tecuiciapan, el secretario de salud se comprometió a que enviará un médico y una enfermera, así mismo se programará una ampliación del centro de salud de la población; para la población de Tlamamacan se acordó que se agilizará el equipamiento y la puesta en operación del centro de salud que fue construido pero se encuentra abandonado.
Otro centro de salud que fue terminado y no se puso en operación es el de San Juan Tetelcingo, donde las consultas médicas se están ofreciendo en la comisaría pero sin las condiciones adecuadas por eso urge que se ponga a trabajar el centro de salud.
Otras poblaciones como Palula les informó que por la densidad poblacional no aplica ponerles un médico de forma permanente, sin embargo ofreció apoyar la construcción de una casa de salud y capacitar a una enfermera.
Los quejoso indicaron que en esta zona del Alto Balsas existe una alta concentración de población indígena que primordialmente se dedica a las labores del campo y esta se encuentra permanente expuesta a sufrir una picadura de alacrán, por eso se requiere de tener en todas las poblaciones una dotación de antídoto contra el veneno de este arácnido que abunda en la zona.
“Este año no hemos tenido casos graves, pero tener el suero es la diferencia entre la vida y la muerte de una persona picada por alacrán, especialmente niños que van a trabajar en el campo”.
Con los acuerdos que lograron, los manifestantes se dieron por atendidos y emprendieron el camino de regreso a sus pueblos. (Por Abel Miranda Ayala)

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