Luce desierto el plantón magisterial en el zócalo

Dos establecimientos comerciales y carpas deshabitadas son lo que prevalece del plantón que hace 15 meses instalaron maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) y otras organizaciones sociales en el zócalo de esta capital.

El 4 de octubre del 2014 miles de maestros, miembros de organizaciones sociales, transportistas, normalistas e incluso estudiantes de la UAGro, se instalaron en plantón en el zócalo de esta capital para demandar la presentación con vida de 43 estudiantes de Ayotzinapa que desaparecieron en Iguala, 15 meses después, de esos contingentes solo quedan sus carpas.
En una de las esquinas del zócalo miembros del Frente Popular Revolucionario venden productos elaborados con extractos de planta de Stevia un endulzante natural que producen en la región de la montaña baja, también ofrecen plantas, libros y artesanías, en otro puesto instalado justo bajo la escultura monumental el Hombre al Futuro, se ofrecen trajes regionales.
Al centro de la plaza, usando el asta bandera se colocó lo que simula ser un pino navideño, usando telas de color negro y rojo, y sobre él imágenes de los normalistas desaparecidos.
Cabe señalar que la mayoría de las carpas que se encuentran instaladas están vacías y cuando no es temporada vacacional, una parte del campamento al que le pusieron techado de lámina, se usa como oficinas de la fracción cetegista que encabeza Antonia Morales sin embargo en este momento que los maestros gozan de receso laboral, el campamento simplemente está desierto.
El plantón del movimiento popular cubre alrededor del 50 por ciento del área de la plaza cívica, y en época laboral el resto de la plancha se usa como estacionamiento de quienes los visitan, sin embargo en este periodo vacacional no hubo vehículos en la explanada.
Los profesores además de la presentación con vida de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa exigen que el gobierno federal retroceda en la aplicación de la reforma educativa para que mantengan los privilegios que han tenido como el heredar sus plazas y no ser evaluados. (Por Abel Miranda Ayala)

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