Escasean choferes de Urvan, por miedo

Choferes de transporte público en la capital, aseguraron tener temor de salir a trabajar luego de la ola de crímenes que se han registrado en las últimas semanas en contra de trabajadores del volante, dijeron desconocer el origen de los crímenes y confirmaron que muchos de sus compañeros han
abandonado su trabajo.
Los choferes de Urvan entrevistados este domingo, señalaron que como medida de precaución en algunas colonias de la periferia se ha determinado recortar las rutas, sin que eso sea una medida oficial, pero con esto evitan zonas muy solas donde los choferes serían fácil presa de un ataque o asalto.
Los entrevistados quienes por temor pidieron no publicar sus nombres, dijeron no tener conocimiento del origen del ataque a una veintena de choferes que han sido privados de la vida, “desconocemos si fueron asesinados al azar, o si tenían cuentas pendientes o si además del trabajo en el volante se dedicaban a otra actividad”.
Expresaron que como transportistas y finalmente como chilpancingueños demandan que se esclarezcan todos estos crímenes y se castigue a los responsables, pues han generado un clima de zozobra en la ciudad que afecta no sólo al sector transportes sino a toda la población.
“Varios de los choferes han sido asesinados cuando traían pasaje, frente a niños y jóvenes que se espantan, a los que les queda un trauma de por vida y por eso el miedo está invadiendo la ciudad”, indicó el transportista.
Comentó que muchos propietarios de Urvan actualmente tiene problemas para conseguir choferes porque a raíz de los asesinatos de transportistas muchos decidieron dejar esta actividad y mejor dedicarse a otra cosa, “hay choferes que trabajan doble turno y hay unidades que definitivamente no han salido a trabajar por falta de conductor”.
Por citar u ejemplo dijo que colonias como la Flores Baños es una de las que tratan de evitarse por el tramo desolado que se tiene que transitar para llegar hasta este lugar, y se evita principalmente en las primeras horas de la jornada que es cuando aún no amanece bien y después de las siete de la noche que el sol se ha ocultado.