El Cabildo de Acapulco ve en el casorio entre homosexuales un atractivo turístico

El Cabildo del municipio de Acapulco solicitó ayer al Congreso del Estado reformar el Código Civil del Estado para permitir en Guerrero los matrimonios de homosexuales y lesbianas, el cual se quedó en “la congeladora” en la pasada legislatura local. Fue el secretario general del Ayuntamiento de
Acapulco, presidido por el perredista Evodio Velásquez Aguirre, quien envió al Congreso del Estado el acuerdo que tomó el Cabildo porteño a través del cual se solicita a la actual 61 Legislatura que legisle en torno a los matrimonios del mismo sexo.
El oficio en mención fue hecho del conocimiento del pleno del Congreso del Estado y turnado inmediatamente a la Comisión de Justicia del Congreso local con el fin de que se inicie el procedimiento legislativo correspondiente.
Cabe recordar que el tema de los matrimonios entre personas del mismo sexo levantó mucha polémica a partir del 14 de junio pasado, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emitió una sentencia al respecto: “La Ley de cualquier entidad federativa que, por un lado, considere que la finalidad del matrimonio es la procreación y/o que lo defina como el que se celebra entre un hombre y una mujer, es inconstitucional", sentenció la SCJN bajo el argumento de que la finalidad constitucional del matrimonio es la protección de la familia.
En este sentido, a principios de julio, es decir, apenas 15 días después de la sentencia de la Suprema Corte, el entonces titular del Ejecutivo Estatal envío al Congreso del Estado una iniciativa para reformar el Código Civil del Estado de Guerrero con el fin de permitir en Guerrero los matrimonios entre las personas del mismo sexo.
Esto generó una intensa polémica entre los diversos sectores de la población, a grado tal que incluso grupos de religiosos, sacerdotes y organizaciones feministas y de defensores de los derechos humanos acudieron al Congreso local, los primeros para tratar de convencer a los diputados locales para que desecharan tal iniciativa y los segundos para que agilizaran la aprobación de tal iniciativa.
El asunto levantó mucho más polémica porque la tarde del viernes 10 de julio, con el aval del propio gobernador sustituto, Rogelio Ortega Martínez, en Acapulco se casaron 20 parejas de homosexuales y lesbianas, ya que a pesar de que el Congreso del Estado ni siquiera había iniciado el análisis y discusión de la iniciativa de reformas al Código Civil, el mandatario estatal entregó sus “actas de matrimonio” a los contrayentes.
Ahora, es el propio Cabildo de Acapulco el que ya solicitó al Congreso del Estado legislar sobre este polémico asunto, sobre todo porque sería un atractivo más como destino turístico. (Baltazar Jiménez Rosales)

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