Ofrece solidaridad el gobernador electo a víctimas del caso Iguala

El gobernador electo, Héctor Astudillo Flores se reunió con futbolistas del club Avispones de Chilpancingo, que sobrevivieron al ataque del 26 de septiembre del 2014 en Iguala, asimismo con familiares de los que perdieron la vida, en la reunión ofreció hacer lo que esté a su alcance para que
tengan justicia.
Astudillo Flores, calificó los hechos de hace un año en Iguala como “una historia que ha marcado a Guerrero, una historia que causó indignación en el mundo”, por lo que aseguró que la reunión de este día fue un primer acercamiento que se repetirá dentro de un mes cuando él haya tomado formalmente posesión como gobernador constitucional y pueda impulsar acciones como gobernante.
Ahí les relató la forma en que él vivió estos hechos, “la forma en cómo me enteré que un suceso grave había acontecido en Iguala, las personas con las que hable, como traté de intervenir, hablé con el propio entrenador Pedro Rentería, hable con la madre del joven que falleció, con la señorita hija de quien conducía el camión y con muchos más de quienes hoy estuvieron aquí”.
Entrevistado al final del evento, el gobernador electo dijo que a los deportistas y sus familiares reiteró su absoluta solidaridad, y la consideración de que este es un asunto que no puede quedar a la mitad de la nada, ni de la atención a las víctimas y principalmente en la parte que tiene que ver con la justicia. Asimismo que se hizo el compromiso de que justos irán a tocar puertas para atender todo lo que esté pendiente en lo que tiene que ver con la Comisión de Víctimas “por supuesto a todo lo que tenga que ver con el Gobierno del Estado, han hecho planteamientos en el asunto deportivo y otra serie de necesidades deben ser atendidas”.
Destacó que en este momento habrá de tratarlo con quien tenga que tratar para gestionar lo que se pueda en este momento y de no tener respuestas, dentro de un mes cuando asuma el gobierno habrán de tener el completo apoyo del gobernador.
“Es un asunto que no puede olvidarse y no tiene porque detenerse en la aplicación de la ley y de la justicia, y que todo lo que tenga que aportarse, todo lo que tenga que darse, para que contribuya a que la investigación sea más certera, tiene que hacerse”.
Señaló que este oprobioso suceso, generó en Guerrero una descomposición social que derivó en una crisis social, después en una crisis política y en una crisis económica que se vivieron las tres en un solo año, por eso su convicción personal de este acontecimiento, es que “no hay que tener ninguna limitación a que se haga justicia, aquí siempre lo he dicho muy claro es una investigación que no debe cerrarse, debe seguir abierta, porque así lo reclaman, no solo los afectados, sino el Pueblo de México que está demandando que se llegue hasta las últimas consecuencias”. (Por Abel Miranda Ayala)

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