El PRD no está desahuciado, pero sus corrientes políticas deben desaparecer

Si bien el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no está desahuciado, después de la estrepitosa derrota que sufrió en las pasadas elecciones concurrentes, las corrientes políticas o “tribus” que hay a su interior deben desaparecer, ya que lo único para lo cual sirven es para que sus líderes lucren e
impongan candidatos y por lo tanto, sean los principales beneficiados.
En estos términos se expresó el diputado local perredista Antonio Gaspar Beltrán quien de entrada rechazó que el PRD está desahuciado, acabado, ya que a pesar de la derrota que sufrió en los pasados comicios, la realidad es que cuenta con el respaldo de 500 mil votos en esta entidad suriana.
“El PRD no está acabado ni está agonizando porque tiene alrededor de 500 mil votos en Guerrero y los datos indican que en Chilpancingo obtuvo el 35 por ciento de la votación contra el 40 por ciento del que ganó la alcaldía”, señaló categórico.
Eso sí, reconoció que el partido del Sol Azteca se encuentra en un “muy necesario” proceso de transformación, renovación y reestructuración, pero no por el hecho de que no ganó en las pasadas elecciones significa que se está muriendo.
Aceptó además que entre los propios perredistas el clamor generalizado es que las corrientes o tribus que existen a su interior desaparezcan, porque lo único que hacen es lucrar con su poder político en busca de ganar posiciones políticas, en lo cual son sus principales dirigentes los más beneficiados pues hoy “los vemos como diputados plurinominales, o a sus esposas o demás miembros de sus familias”.
Por lo anterior, dijo que lo sano sería que desaparecieran las corrientes políticas o “tribus” ya que eso serviría para que existiera una mayor apertura al interior del PRD sin cuotas para nadie ni terrenos minados en prejuicio de alguien y para que “todos los militantes del PRD valgamos por el peso que tenemos, y no por el grupo al que pertenecemos.
Remarcó que fue mucho el daño que le hicieron las corrientes políticas o “tribus” al PRD y la prueba más palpable de ello es lo que ocurrió en las pasadas elecciones, para las cuales en algunos lugares impusieron candidatos sin el ánimo de ganar y sólo con la intención de participar para mantener su espacio.
Otro ejemplo citó, es que en el caso de Chilpancingo muchas corrientes sólo se conformaron con tener un regidor en la comuna, pero no aspiraron a llegar a la Presidencia Municipal. (Baltazar Jiménez Rosales)

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