Revela un funcionario amenazas de muerte para forzar su renuncia

Edmundo Dantés Escobar Habeica, secretario de Salud del gobierno estatal, reveló que al inicio de su gestión fue amenazado mediante mensajes de texto para que renunciara al cargo.
“Desde el primer día o primera semana, yo me sentí amenazado, y a un mes y medio de la
administración (de Rogelio Ortega) fui el primer amenazado”, ventiló en entrevista al término de una reunión de trabajo con diputados locales.
“Me pedían que renunciara porque si no renunciaba a mis hijos los iban a desaparecer de uno en uno”, afirmó el funcionario.
“Me mandaron diez mensajes y en el último me dijeron: ‘¿entonces qué cabrón, vas a renunciar o no?’ Los primeros días pensé: ‘esto es lo que ocurre en todo Guerrero’, y después se los mostré al gobernador y le propuse: ‘búscate a otro, así no le entro’”.
Informó que el gobierno estatal presentó una denuncia penal ante la Fiscalía General del Estado y que a partir de entonces cesaron las amenazas, y argumentó que por eso el gobierno estatal le asignó una camioneta blindada y escoltas federales y estatales para su resguardo.
Agregó que sus hijos no están en Guerrero y que “están fuera de todo esto”, y enumeró una lista de agresiones del crimen organizado contra los trabajadores del sector salud. Indicó que un médico y un chofer, originarios de Ayutla, transportaban en una ambulancia a un niño al hospital de Acapulco y que desaparecieron en la Autopista del Sol, a la altura del punto conocido como Agua de Obispo, municipio de Chilpancingo.
Señaló que los mataron y se les apoyó con los gastos funerarios, y a las familias de las víctimas con un contrato, como una forma de apoyo. Informó que en la región Tierra Caliente desapareció un trabajador, quien regresó con vida días después, aunque la familia pidió que no intervinieran.
Asimismo dijo que dos trabajadores del Seguro Popular fueron interceptados por hombres armados sobre la carretera federal Iguala-Teloloapan y aparecieron con vida una semana después tras el pago de un rescate.
Citó también el caso de una doctora del municipio de Cuajinicuilapa, quien fue levantada antes de llegar a su centro de trabajo, la golpearon y la dejaron en libertad. Días después le autorizaron su adscripción a otro centro de trabajo.
También contó que en Chilpancingo el médico Abel Porra, del centro de Salud “La Esperanza”, fue secuestrado y asesinado al salir de su centro de trabajo. Informó además que el 7 de mayo del 2015 Edgar Ocampo García y Esbeide Catalina, trabajadores de la Secretaría de Salud, pagaron un rescate por 250 mil pesos y fueron liberados, aunque resultaron golpeados y con fractura de costillas.
Contó que un enfermero del municipio de Tlapa se dirigía a bordo de una bicicleta a su trabajo, cuando de pronto quedó en medio de fuego cruzado y murió.
No obstante, Edmundo Escobar informó que no han aumentado las solicitudes por cambios de adscripción, aunque sí citó algunos casos de trabajadores de la Sierra y Tierra Caliente. Reconoció que no hay capacidad para moverlos porque “dejamos descubierto el centro de salud, pero más vale la vida del trabajador”.
Admitió que “la capacidad de la Secretaría para brindar seguridad a los 20 mil trabajadores es infinitamente imposible”.
El secretario recomendó a los trabajadores “autocuidado, porque ya no podemos andar a deshoras de la noche o de la madrugada, o salir juntos del trabajo”, porque “todos estamos siendo víctimas de esta violencia, todos hemos actuado tratando de proteger a las víctimas de la violencia de este tipo”. (Fernando Polanco Ochoa/IRZA)

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