Nunca bendecirá la Iglesia Católica el matrimonio de homosexuales: Garfias

Por ningún motivo la Iglesia Católica formalizará matrimonios entre personas del mismo sexo, dejó en claro ayer el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, quien reiteró la inconformidad de la Iglesia Católica por la determinación que tomó en días pasados la Suprema Corte de Justicia de la
Nación al sentenciar que el matrimonio entre homosexuales y lesbianas no es inconstitucional.
Garfias Merlos acompañó ayer al Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Alejo Zavala Castro, en la conferencia de prensa en la que anunció oficialmente su retiro de esta sede eclesiástica y al término del evento se pronunció también en contra de que las parejas de homosexuales adopten niños.
Cuestionado sobre este tema, el arzobispo señaló que el rechazo de la Iglesia Católica al matrimonio entre homosexuales y lesbianas está firme, aunque manifestó su respeto al derecho de estas personas a unirse como parejas.
Eso sí, aclaró que “lo que no es válido es que por unirse los homosexuales se menosprecie el matrimonio tradicional y la familia”, ya que es importante darle el valor y la trascendencia que tiene la familia tradicional entre un hombre y una mujer y el objetivo del matrimonio que es el de procrear hijos.
Y es que dijo que la sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación menosprecia y atenta contra el matrimonio tradicional “y eso es algo con lo que no podemos estar de acuerdo.
Si se quiere apoyar a esta minoría de la comunidad lésbico-gay, si se quiere darles el camino para que puedan estar unidos y hacerlo constitucional creo que es válido, pero lo que no es válido es que se menosprecie y de alguna manera se atente contra el matrimonio y la familia tradicional”.
Además, a pregunta directa, Garfias Merlos rechazó categórico que la Iglesia Católica pueda en determinado momento bendecir la unión entre las parejas del mismo sexo.
La misma posición de la Iglesia Católica es con el tema de la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, ya que “es algo impropio porque si una familia formada por un hombre y una mujer tiene tantas dificultades para educar a los hijos, una familia formada por dos hombres o por dos mujeres va a ser más impropio para que tengan condiciones para educar a los hijos”. (Baltazar Jiménez Rosales)