Familias de “presos políticos” clausuraron la CODDEHUM

Familiares de quienes se consideran presos políticos y que demandan la promulgación de una ley de amnistía que pudiera facilitar su libertad, clausuraron simbólicamente las instalaciones de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos, institución que, aseguraron, se ha negado a
manifestarse por la libertad de presos como Nestora Salgado y Gonzalo Molina, que están recluidos “por luchar en defensa de su pueblo”.
Los manifestantes llegaron alrededor de las doce del día a las instalaciones de la Coddehum y pidieron a todo el personal que saliera del edificio porque sería tomado, luego colocaron sellos de clausura en la puerta, colgaron mantas y cartelones en los que se demanda libertad para los “presos políticos”.
La esposa de Gonzalo Molina, Ausencia Honorato Vázquez, indicó que la protesta realizada frente a la Coddehum es para exigir la inmediata libertad de todos los “presos políticos” y la acción fue parte de un movimiento que se realizó en varias partes del país en solidaridad con quienes “han sido detenidos por sus ideales y por luchar a favor de la seguridad de su pueblo”.
Recordó que hace un par de semanas realizaron un bloqueo en la avenida Juárez justo frente a este edificio, y hasta ese lugar acudió el presidente de la Coddehum Ramón Navarrete Magdaleno, para ofrecerles que intervendría ante las instancias necesarias para garantizar que la Ley 701 sea respetada, pero una vez que fue ratificado como presidente de la Coddehum “negó sus ofrecimientos”.
Señalaron además que, a pesar de que es público y notorio el tema de los presos políticos”, en Guerrero la Coddehum no se ha pronunciado para demandar su libertad, emitiendo una recomendación al gobierno del estado y al Congreso local para que se apruebe la Ley de Amnistía que pueda generar las condiciones que permitan la excarcelación de decenas de presos políticos. Finalmente la mujer indicó que la clausura de la Coddehum podría convertirse en permanente si no obtiene la respuesta que exigen. (Por Abel Miranda Ayala)

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