En el vil abandono las ruinas arqueológicas de la INDECO
Trabajadores del Centro INAH-Guerrero del Instituto Nacional de Antropología e Historia, consideraron como lamentable que en esta capital se tengan cerradas al público, ruinas arqueológica muy importantes como lo son las localizadas en la colonia INDECO, mismas que podrían incluso ser
autosustentables si se realizara un proyecto en ellas.
Lucía Camacho Álvarez, secretaria general de la delegación D-III-XVII del sindicato de trabajadores del INAH, indicó que estas ruinas son enigmáticas, presentan rastros muy importantes para la cultura en Guerrero, por lo que pueden ser utilizadas como material educativo lo mismo para alumnos de escuelas que para personal investigador especializado.
Además resulta casi increíble que la mayoría de la población no sepa que se tiene unas ruinas arqueológicas de tal magnitud al interior de la ciudad, ruinas que la población fácilmente podría visitar, y enriquecer con ello su cultura sobre el pueblo de Chilpancingo.
También consideró que está zona arqueológica podría ser autosustentable, si se elabora un proyecto integral, pero lamentablemente los directivos del Centro INAH-Guerrero prefieren que el sitio se mantenga abandonado sufriendo las inclemencias del tiempo.
De acuerdo con lo poco que se sabe de estas ruinas, esta pirámide pertenece a la cultura Cohuixca y permite apreciar que nuestros ancestros conocía la cal, los sistema de drenaje, utilizaba técnicas de nivelación para las construcciones y su principal influencia cultural es de los Toltecas.
El arco falso que se localizó, es una especie de túnel que llevaría al interior de la pirámide, tiene unos dos metros de altura y son rocas que fueron acomodadas de tal forma que se genera el arco en la parte alta sin tener ningún sostén, su entrada está al poniente del cuerpo piramidal y aunque la zona actualmente está cerrada al público, se puede apreciar desde la malla perimetral.
Este tipo de construcción de Arco Falso, originalmente se atribuyó a la cultura Maya, sin embargo en nuestro Estado de Guerrero se han localizado este tipo de construcciones con mayor antigüedad lo que significaría que los Mayas copiaron a culturas como la Mezcala el uso de estas construcciones.
El descubrimiento de estas pirámides se realizó a principios de la década de los 80, cuando se construía la colonia Unidad Guerrerense, más conocida como “INDECO”, y una máquina que abría una calle arrancó parte de la construcción, esta zona que fue abierta por la máquina no se ha restaurado, porque dejó al descubierto secretos de la construcción prehispánica que tenía que ver con reparar o remodelar las edificaciones, pues se aprecian capas de suelo que fueron colocadas en diversas épocas.
Este sitio se calcula que se extiende en un terreno de 80 hectáreas que abracan parte del barrio de San Antonio, parte de la Colonia INDECO y hasta el cerro de “Las Trincheras”, sin embargo la mayor parte de estos lugares se encuentran ocupados por viviendas. (Por Abel Miranda Ayala)
autosustentables si se realizara un proyecto en ellas.
Lucía Camacho Álvarez, secretaria general de la delegación D-III-XVII del sindicato de trabajadores del INAH, indicó que estas ruinas son enigmáticas, presentan rastros muy importantes para la cultura en Guerrero, por lo que pueden ser utilizadas como material educativo lo mismo para alumnos de escuelas que para personal investigador especializado.
Además resulta casi increíble que la mayoría de la población no sepa que se tiene unas ruinas arqueológicas de tal magnitud al interior de la ciudad, ruinas que la población fácilmente podría visitar, y enriquecer con ello su cultura sobre el pueblo de Chilpancingo.
También consideró que está zona arqueológica podría ser autosustentable, si se elabora un proyecto integral, pero lamentablemente los directivos del Centro INAH-Guerrero prefieren que el sitio se mantenga abandonado sufriendo las inclemencias del tiempo.
De acuerdo con lo poco que se sabe de estas ruinas, esta pirámide pertenece a la cultura Cohuixca y permite apreciar que nuestros ancestros conocía la cal, los sistema de drenaje, utilizaba técnicas de nivelación para las construcciones y su principal influencia cultural es de los Toltecas.
El arco falso que se localizó, es una especie de túnel que llevaría al interior de la pirámide, tiene unos dos metros de altura y son rocas que fueron acomodadas de tal forma que se genera el arco en la parte alta sin tener ningún sostén, su entrada está al poniente del cuerpo piramidal y aunque la zona actualmente está cerrada al público, se puede apreciar desde la malla perimetral.
Este tipo de construcción de Arco Falso, originalmente se atribuyó a la cultura Maya, sin embargo en nuestro Estado de Guerrero se han localizado este tipo de construcciones con mayor antigüedad lo que significaría que los Mayas copiaron a culturas como la Mezcala el uso de estas construcciones.
El descubrimiento de estas pirámides se realizó a principios de la década de los 80, cuando se construía la colonia Unidad Guerrerense, más conocida como “INDECO”, y una máquina que abría una calle arrancó parte de la construcción, esta zona que fue abierta por la máquina no se ha restaurado, porque dejó al descubierto secretos de la construcción prehispánica que tenía que ver con reparar o remodelar las edificaciones, pues se aprecian capas de suelo que fueron colocadas en diversas épocas.
Este sitio se calcula que se extiende en un terreno de 80 hectáreas que abracan parte del barrio de San Antonio, parte de la Colonia INDECO y hasta el cerro de “Las Trincheras”, sin embargo la mayor parte de estos lugares se encuentran ocupados por viviendas. (Por Abel Miranda Ayala)
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