Acusan a invidente de defraudar a organización de discapacitados

Personas con capacidades diferentes hicieron una denuncia pública, señalando que fueron estafados por su dirigente Silvestre Rodríguez Fernández, a quien imputan el haberse apoderado de decenas de miles de pesos que el grupo juntó para realizar los trámites para la legalización de su organización.

De acuerdo con la versión de Víctor Cabrera Bustos, a principios del presente año, un grupo de 85 personas con capacidades diferentes se juntó para solicitar al gobierno estatal que no se cancelaran los apoyos del programa Guerrero Cumple, los participantes que en su momento bloquearon calles y avenidas de esta capital, concluyeron en la necesidad de mantenerse agrupados y así juntos luchar por beneficios colectivos.
En este tenor se enteraron que para que su asociación pudiera recibir apoyos públicos necesitaban tener un registro, para cuyo trámite legal se requieren más de 18 mil pesos, por eso iniciaron una serie de actividades como la rifa de dos teléfonos celulares, instalaron kilómetros de plata en el zócalo, realizaron boteo en las calles y pidieron apoyo a algunos políticos, finalmente tuvieron los recursos para el proceso de legalización de la asociación, pero el proceso nunca avanzó.
Cuando pidieron explicaciones a su dirigente, este les indicó que el dinero ya se había perdido y tendrían que hacer nuevas actividades para juntar más; “No se vale, nosotros con muchos esfuerzos trabajamos para tener una organización desde donde pudiéramos luchar por mejores condiciones de vida y lo que recibimos fue un fraude”, refirió el quejoso.
Comentó que quizás Silvestre no es el responsable de este fraude, pues para todos fue sabido que al grupo de acercaron mujeres del grupo de madres solteras, quienes también luchaban porque no se cancelen los beneficios de Guerrero Cumple, y por eso como tesorera fue designada Anabel Porcayo Cantú, quien no tiene ningún discapacidad.
Señala que la mayoría cree que entre ella y Silvestre, desaparecieron todo el dinero, “en realidad no nos duele que se queden con el dinero que entre todos juntamos, nos duele más que con ello se trunquen proyectos que se estaban construyendo para que las personas con discapacidad tuviéramos mejores condiciones de vida”.
Refirió que “esta denuncia pública” se hace principalmente para que no vayan a caer otros incautos con estas personas, pues solo serán timadas, “en mi caso me tocó vender 10 boletos de 10 pesos en cada una de las rifas, tan sólo de eso entregué 200 pesos, más cooperaciones semanales que a veces eran de 10 y otras de 15 o 20, todo eso lo necesitaba mi familia para comer, pero tenía esperanzas de que pudiera haber nuevos proyectos desde la organización”. (Por Abel Miranda Ayala)

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