Queman boletas electorales en Tixtla: podrían anular la elección

Familiares de los 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala y miembros de organizaciones que reclaman su aparición con vida irrumpieron en las casillas electorales de la ciudad de Tixtla donde se apoderaron de la papelería electoral y le prendieron fuego para destruirla.

La única casilla que no pudieron tomar fue la de la colonia Vicente Guerrero que fue defendida por los ciudadanos.
La jornada de los opositores a la jornada electoral inició a las siete y media de la mañana cuando irrumpieron en el parque del barrio de Santiago, ahí, los funcionarios de casilla se preparaban para realizar la instalación de la mesa receptora de votos, pero al ver que personas encapuchadas se acercaban levantaron todo y lo metieron en un automóvil.
Los encapuchados los interceptaron y amedrentaron para obligarlos a entregar toda la paquetería electoral a su cargo, que contenía boletas, urnas, actas, tinta indeleble y marcadores, a todo lo cual le prendieron fuego en ese mismo lugar.
Acto seguido se trasladaron luego al barrio del Camposanto, ahí la casilla estaba siendo instalada, por lo que llegaron les arrebataron las cosas y lo incendiaron, la acción se repitió en todos los barrios y colonias de la cabecera municipal hasta que llegaron a la colonia Vicente Guerrero que se localiza al norte del pueblo, muy cerca de la iglesia de La Villa, lugar donde se llevaron la sorpresa de su vida al ser enfrentados por un grupo de vecinos que les impidieron destruir las urnas.
Los ciudadanos tixtlecos que defendieron la urna, enterados de lo que ya había ocurrido en otras casillas, se pertrecharon de garrotes y piedras, para enfrentar de igual a igual a los encapuchados de Ayotzinapa y sus seguidores.
El grupo de ciudadanos que defendió la casilla y su derecho a elegir sus gobernantes mediante el voto, se colocó al centro de la carretera y le impidió a los normalistas llegar hasta la casilla.
A pesar de eso un grupo de encapuchados se acercó agredió físicamente a una de las funcionarias de casilla, acción que provocó una enfrentamiento a golpes y pedradas.
Los normalistas se acobardaron y emprendieron la huida por el sitio donde habían llegado, esto para buscar el apoyo de un grupo de policías comunitarios que los escoltaba portando armas de grueso calibre, todo ello mientras intercambiaban pedradas con los ciudadanos que se dijeron cansados de los abusos de estos jóvenes y de la propia Policía Comunitaria.
Finalmente los normalistas y quienes comparten sus radicales métodos de lucha se retiraron, argumentando que “finalmente había muchas otras casillas que visitar”.
INVALIDA LA ELECCIÓN 
De acuerdo con la información que proporción el Instituto Nacional Electoral, en el municipio de Tixtla se impidió o se vandalizaron 26 de las 50 casillas electorales, ello sobrepasa la cifra del 20 por ciento que la ley prevé para decretar nulidad en la elección, sin embargo para que se oficialice la nulidad se tiene que hacer un proceso en el que interviene el Tribunal Electoral.
Una vez que el Tribunal Electoral emita el resolutivo, el Instituto Electoral y de participación ciudadana tendría que convocar a un nuevo proceso que se realizará en los próximos meses.
Cabe señalar que durante el conflicto por la quema de urnas, helicópteros de la Marina y de la Policía Federal realizaron sobrevuelos en esta ciudad a muy baja altura, además de que en la carretera Chilpancingo-Tixtla a sólo un par de kilómetros de la población se tenían retenes policiacos, a pesar de ello los uniformados no se movilizaron hacia Tixtla, seguramente para evitar ser evadidos por el grueso del “movimiento de Ayotzinapa” que desde la noche anterior estaba listo para salir a las calles a “impedir las elecciones”. (Con información de Abel Miranda Ayala)

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