Embauca a morosos de tenencia la campaña "Borrón y Cuenta Nueva"

El titular de la Administración Fiscal de Chilpancingo, Marco Antonio Oropeza Astudillo, invitó la mañana de ayer a los contribuyentes de la tenencia vehicular que están en calidad de morosos a aprovechar la campaña "Borrón y Cuenta Nueva" para pagar sólo el impuesto correspondiente al
2014, ya que todo lo correspondiente a los cuatro años anteriores les sería condonado.
El funcionario estatal hizo tal invitación en dos importantes noticieros radiofónicos matutinos, sin embargo, en los hechos y tan sólo con una hora de diferencia, fue desmentido por los trabajadores de la Administración Fiscal, ya que si bien se les condonan las tenencias del 2011, 2012 y 2013, se les hacen efectivos los cobros de refrendos, multas y actualizaciones de todos esos años, por lo que en sí el descuento que se hace es mínimo comparado con el estratosférico cobro que se le hace a los contribuyentes.
Y es que los contribuyentes morosos de la tenencia vehicular que escucharon ambos noticieros se fueron con la finta, ya que en la plática con los conductores, Oropeza Astudillo afirmó que el gobierno estatal impulsa este programa de “Borrón y Cuenta Nueva” para beneficiar con la condonación al cien por ciento a los contribuyentes de este impuesto.
Dijo que aquellos propietarios de automóviles que adeudaran sus tenencias de los últimos cinco años o más, sólo pagarían lo correspondiente al 2014 así como el emplacamiento y que todo lo correspondiente a los años anteriores les sería condonado al cien por ciento.
No obstante, en la realidad no hay tal beneficio.
Ya en caja, si bien a los contribuyentes se les condona el pago de los años 2011, 2012 y 2013, la Administración Fiscal de Chilpancingo sí incluye los otros cobros correspondientes a esos años junto con los del 2014, tales como el refrendo, multas, recargos y actualizaciones.
El contribuyente que estaba formado frente a la “Caja”, le replicó al “cajero” que apenas una hora antes, cuando mucho, su jefe, el administrador fiscal Marco Antonio Oropeza, había dicho todo lo contrario a lo que se lee estaba cobrando, pero el empleado le contestó de manera por demás grosera que eso estaba mal y que tendría que pagar lo que estaba estipulado en la cuantificación “si quiere”.
Obviamente, el contribuyente salió echando chispas y diciéndose engañado, porque el creyó en las palabras del recaudador fiscal y como tenía “un dinerito”, acudió a saldar su deuda, pero como vio que el tal “Borrón y Cuenta Nueva” es un vil ardid para incautos, prefirió seguir de moroso. (Baltazar Jiménez Rosales)

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