Con camioneta robada “ayotzinapos” atropellaron a una señora en Tixtla

Un alumnos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa que conducía una camioneta robada al Gobierno del Estado, atropelló en la ciudad de Tixtla a una mujer, misma que hasta la tarde de ayer continuaba internada en un hospital particular de esa ciudad.

El conductor de la camioneta y otro normalista que lo acompañaba fueron detenidos por la policía local y trasladados a la delegación de barandilla donde los mantuvieron hasta que se firmó una carta compromiso de que se pagarán todos los gastos médicos de la mujer hasta su total restablecimiento.
De acuerdo con reportes de Tránsito municipal de Tixtla alrededor de las diez de este jueves, los normalistas, Jonathan Hernández Honorato de 23 años de edad y Jorge Arellano Aréchiga de 19 años, circulaban por la calle principal del barrio de Santa Cecilia a bordo de una camioneta negro marca Chevrolet, con placas de circulación HA-30-532 del estado de Guerrero, la camioneta presumiblemente era conducida a exceso de velocidad y con poca precaución por eso no se percataron que la señora Ricarda Vega Salmerón de 63 años, cruzaba lentamente la calle cuando la arrollaron.
Los estudiantes fueron remitidos a la barandilla municipal y apenas unos 15 minutos después, a la comandancia llegaron cientos de estudiantes de la normal, quienes exigieron la inmediata liberación de los detenidos, de lo contrario amenazaron que incendiarían las instalaciones.
En el lugar se tuvieron momentos de mucha tensión, ya que sólo faltaba una provocación para que se iniciara un zafarrancho, sin embargo al sitio se presentaron los familiares de la mujer atropellada, quienes hablaron con miembros del comité estudiantil que encabezaba al grupo de normalistas, les explicaron que su interés no es perjudicar a nadie, sin embargo quien conducía la camioneta tiene que asumir su responsabilidad y pagar los gastos médicos.
En este tenor firmaron un acuerdo con el que la Normal pagará los gastos de la persona que fue lesionada y los jóvenes pudieron ponerse en libertad, con ello todos los estudiantes volvieron a la escuela a continuar con sus actividades “normales”. NI ellos ni las autoridades dieron a conocer quién de los dos conducía la camioneta. (Por Abel Miranda Ayala)

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