Rinden póstumo homenaje a 2 policías caídos en Igualapa

Con una ceremonia luctuosa en la que se rindieron honores, fueron despedidos los policías estatales Álvaro Crescencio Marín y Lucio Quintero Ruiz, quienes fallecieron en el cumplimiento de su deber el jueves 30 de abril en el municipio de Igualapa en la región Cosa Chica.

El acto fue encabezado por el secretario general de Gobierno, David Cienfuegos Salgado, con la asistencia del secretario de Seguridad Pública, Pedro Almazán Cervantes y el encargado de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Ramón Navarrete Magdaleno, quienes montaron guardia de honor en los féretros de los efectivos caídos.
En su mensaje, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, resaltó que la dependencia trabaja a favor de la recuperación del tejido social a fin de recobrar la paz, la armonía y la libre convivencia de los ciudadanos y destacó el trabajo desempeñado por los dos policías fallecidos.
Almazán Cervantes lamentó que de nueva cuenta esta dependencia se encuentra de luto, ya que en días anteriores se presentaron dos decesos más de elementos que servían a la sociedad guerrerense en hechos relacionados al combate a la delincuencia organizada.
“No escatimaremos esfuerzos para crear día a día una organización y profesionalización más adecuada y un mejor equipamiento para el Sistema de Seguridad Social de Retiro y pensiones que dignifiquen más la actividad del policía estatal, así como la congruencia con las directivas de Seguridad Pública”, comentó.
Álvaro Crescencio Marín tenía 30 años y fue originario de la comunidad de Santa Rosa en el municipio de Tecoanapa y sirvió en la Fuerza Estatal durante 11 años.
Lucio Quintero Ruiz de 48 años, era originario del municipio de Atoyac de Álvarez.
Ingresó a la corporación en el 1996, desempeñándose siempre como un elemento honesto, comprometido y con vocación de servicio a la sociedad. Enseguida los efectivos de la corporación respondieron a coro y por última vez el pase de lista de los efectivos extintos.
Por último, Almazán Cervantes entregó la carta de condolencias y la Bandera Nacional a los deudos para ser despedidos con disparos de salva y las sirenas encendidas de las patrullas.

Comentarios