A golpes pidieron lluvia allá en Zitlala

“Estás bien grandote, pero le entro”, respondió Miguel, al reto de su vecino para enfrentarse a golpes en medio de una parcela agrícola en la comunidad de la Esperanza municipio de Zitlala, ambos pasaron al centro y empezaron el enfrentamiento hasta que ambos quedaron con los pómulos
hinchados y sangrando de boca y nariz.
Los enfrentamientos a golpes en los que participan hombres y mujeres de todas las edades, forman parte de un ritual para pedir un buen temporal de lluvias, las peleas se realizan en medio de una parcela agrícola para que la sangre que les brota de las heridas “nutra” la tierra y esta retome su fertilidad además para que esas gotas de sangre agraden a Tláloc y les envía un buen temporal. Las peleas inician alrededor de las cinco de la tarde los días dos y tres de mayo y a diferencias de otras ceremonias rituales en este lugar no se utiliza a la Santa Cruz como sustituto de las deidades prehispánicas, aquí se ofrece la sangre para la tierra, al sol, al agua y al aíre, los cuatro elementos de la naturaleza que son vitales para el ciclo agrícola. En este sitio se permite que pelle cualquier persona hombres, mujeres, ancianos, niños sólo hay que buscarle un contrincante que esté de más o menos el mismo tamaño y fortaleza a fin de que la confrontación sea pareja, pues finalmente nadie gana ni nadie pierde, pues al final se dan la mano y al día siguiente serán buenos vecinos. Al inicio de la actividad tradicionalmente se forman dos bandos, por un lado los habitantes de Rancho las Lomas y por el otro los de La Esperanza, ello a pesar de que son dos comunidades pequeñas de no más de mil habitantes cada una, a las que sólo divide algunos metros, por ello todos se consideran vecinos. “Aquí no se trata de rencores, lo que hacemos es pedir la lluvia y como verá las peleas se están realizando y el cielo ya se empieza a nublar”, comentó al reportero uno de los vecinos del Rancho las Lomas. Los participantes se pegan hasta el cansancio, pues todos son agricultores y les interesa tener buena cosecha, lo hacen con reglas bien establecidas, si uno de los participantes cae al suelo, el otro se retira al centro para esperar a que se levante y reinicien el combate, no se utilizan patadas, sólo golpes de puño al rostro o cuerpo, antes de iniciar se tiene que dar la mano y al final cuando uno de los dos diga “ya”, volverán a darse las manos en señal de amistad. (Por Abel Miranda Ayala)

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