Se esfuman médicos en la Sierra y la Montaña

Autoridades de comunidades asentadas en la región serrana del estado se manifestaron ayer en esta capital para exigir al gobierno el envío de médicos y enfermeras, así como la dotación de medicamentos y vacunas, para la atención en el tema de salud.

Los quejosos denunciaron que en prácticamente toda la Región Sierra se tienen problemas de ausentismo de médicos y escases de medicamentos, por ello determinaron realizar la acción de protesta en esta capital, pues “no es posible que en todos los pueblos existan centros o casas de salud y estén cerradas por falta de personal”, dijeron.
Desde las 10:00 horas, poco más de 50 comisarios y pobladores de las distintas comunidades de la Sierra y la Montaña, tales como Coatepec del Ocote, Hierba Buena, Durazno oriente, Colonia Bonita, San Vicente, Las Vinatas y La Ciénega, entre otros más se plantaron frente al Palacio de Gobierno y exigieron ser escuchados por una autoridad de primer nivel que pudiera resolver las exigencias.
Los manifestantes destacaron su temor a que cualquier enfermedad pueda causar estragos allá en la sierra si no se toman las medidas necesarias y justamente los doctores y enfermeras son quienes siempre les ayudan con las medidas preventivas ante una posible enfermedad. “No tenemos quien atienda a nuestros enfermos, a menos que vayan hasta Tlacotepec”.
“El problema que venimos a exponer es que en las comunidades y pueblos de la Sierra y la Montaña de Guerrero si nos han instalado centros de salud, módulos de atención y dispensarios, pero resulta que, poco a poco, los médicos y enfermeras se han ido alejando, de manera tal que hoy día ya no hay nadie que atienda a la población”, dijo, Nazario Ramírez Figueroa, comisario de la comunidad de La Ciénega.
Sostuvo que la situación ya es grave, pues incluso la gente que sufre un piquete de alacrán o alguna intoxicación tienen que ser trasladada de urgencia y con sus propios recursos o vehículos prestados a los hospitales más cercanos que se ubican en Tlacotepec o Filo de Caballos. (Por Abel Miranda Ayala)

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