Otra vez brotan aguas negras en las inmediaciones del mercado

*Justo en la esquina de Av. Insurgentes y Roberto Nájera se ubica la “fuente” de contaminación; el hedor es insoportable. 

Por Abel Miranda Ayala 

Miles de litros de aguas negras, provenientes de una alcantarilla de drenaje, corrieron por la avenida Insurgentes de esta capital, casi frente al Mercado “Baltazar R Leyva Mancilla”, generando malos olores que se esparcieron por toda la colonia Caminos.

La alcantarilla de drenaje que se encuentra situada justo en la esquina que forman la avenida Insurgentes y la Calle Roberto Nájera, esta última es utilizada como una extensión del mercado y se colocan puestos ambulantes de todos los giros, por ello la presencia del agua contaminada brotando de la alcantarilla se considera un riesgo sanitario.
Comerciantes de la zona indicaron desconocer cuándo inició el derrame de aguas negras en este lugar, pero manifestaron su preocupación porque durante el fin de semana no se presentó ninguna persona de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH) cuando menos para hacer el diagnóstico de lo que se requiere para reparar el drenaje, dado que el agua negra llegó hasta alcantarillas que se sitúan en el crucero de las Parotas, donde se integró al drenaje pluvial.
Cabe señalar que hace apenas unos meses el sistema de drenaje colapsó un poco más al norte de la misma avenida insurgentes y los derrames de aguas negras invadieron el estacionamiento del mercado, y la situación prevaleció por casi un mes, debido a que la tubería de cemento se destruyó y fue necesario abrir varios tramos de calle para la reparación.
A pesar de que la autoridad minimizó el riesgo sanitario que se tuvo por la presencia de aguas negras en una zona de abasto, los propios comerciantes fueron quienes tomaron algunas medidas preventivas, para evitar que alimentos, como tortillas, frutas, aguas frescas, y otras cosas que se expenden en la Primera Nave del “Leyva Mancilla” pudieran afectarse con la contaminación.
Cabe señalar que el flujo peatonal en esta zona donde se tiene la fuga de aguas negras es muy alto y muchas personas al pasar tienen que pisar en las aguas residuales, especialmente los niños y ancianos que no pueden saltarlas.