Latente enfrentamiento entre comunitarios de Petaquillas y gente de Quechu y Mochi

*Alcaldes de esos municipios demandan salida de la Comunitaria; esta petición ya se formuló a la Comisión Nacional de Seguridad Pública 

Los presidentes municipales de Mochitlán y Quechultenango exigieron ayer a los gobiernos federal y estatal la salida de la Policía Comunitaria que opera en la comunidad de Petaquillas, municipio de Chilpancingo.
Denunciaron actos intimidatorios de los guardias comunitarios contra la población civil de esos dos municipios, sobre todo de las comunidades que integran el Circuito Río Azul, a quienes revisan y hasta “manosean”.

Los ediles ofrecieron una conferencia de prensa en un céntrico restaurante de esta capital para deslindarse de los señalamientos que ha hecho la Policía Comunitaria en su contra, en el sentido de que son “narco-alcaldes”. Cevero Espíritu Valenzo, alcalde de Mochitlán, informó que los habitantes de su municipio le han pedido ayuda para que exija la salida de la Policía Comunitaria del paso que deben atravesar para trasladarse a Chilpancingo.
“Es una policía que no está acreditada y no podemos como ciudadanos permitir que cualquiera que se ponga con un arma nos revise.
No es el caso del presidente, son voces de muchos ciudadanos inconformes”, indicó. Explicó que la petición ya se planteó a las autoridades del gobierno estatal e incluso ante la Comisión Nacional de Seguridad Pública pero no atendido, por lo que se deslindó, insistió, de lo que pueda pasar entre guardias comunitarios y habitantes.
El alcalde suplente de Quechultenango, David Astudillo Morales, por su parte se pronunció en los mismos términos y advirtió del riesgo que hay de que se registre un posible enfrentamiento porque los gobiernos federal y estatal no han atendido el conflicto.
Dio a conocer que el gobierno de la República envió un grupo de la Policía Federal que instaló un retén en el puente de la comunidad Tepechicotlán, pero denunció que del otro lado están los policías comunitarios de Petaquillas.
Señaló que la presencia de la guardia comunitaria ha mermado la economía del Circuito Río Azul por los abusos de los policías comunitarios, quienes detienen vehículos, realizan revisiones, cortan cartucho a sus armas y manosean a las personas.
“Auxiliamos a la población de Quechultenango para que el turismo local siga bajando a los balnearios y a esas zonas que dejan remesas importantes, el turismo ha bajado en más del 50 por ciento”, afirmó. (www.agenciairza.com)

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