Los chilpancingueños añoran su plaza cívica

Habitantes de Chilpancingo dijeron estar ya cansados del plantón que desde hace ya casi cinco meses mantienen en la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac” los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) y reclamaron la liberación de ese su espacio que en estos
momentos está convertido en un “mercado” en el que se entremezclan aromas de comida, grasa, orines y “mota”, acusaron.
En una encuesta realizada totalmente al azar en el centro de la ciudad, Diario de Guerrero recibió el sentir de la ciudadanía respecto al campamento cetegista. Luis Javier López Montes, vecino de la colonia Los Ángeles señaló: “me molesta que estas personas hagan lo que quieran y que la Policía no haga nada. El zócalo ya huele mal y en las noches apesta a ‘mota’ y para acabarla luego los pleitos que traen con la autoridad afecta a los ciudadanos que no tenemos nada que ver”.
El estudiante de la Preparatoria Uno de la Universidad Autónoma de Guerrero, Hugo Montes urgió a las autoridades estatales y municipales el rescate de ese espacio de la ciudadanía, ya que “antes veníamos a este lugar a hacer tareas en grupo o cuando venía la familia de fuera la traías al centro a que conociera y viera lo bonito que era, pero ahora es mejor quedarse en casa.
Por su parte, María Guadalupe Flores Fernández, vecina de la colonia Guerrero 200 se quejó por el estado en que los maestros de la CETEG tienen a la plaza cívica: “yo trabajo aquí y todos los días tengo que aguantar el olor de los trastes sucios, de la comida podrida, de los orines que dejan por todas partes y lo peor de todo es que en las tardes ya cuando oscurece parecen perros de carnicería chuleando y “morboceando” a toda mujer que pasa”.
Miriam Godínez Nabor, vecina de la colonia Renacimiento dijo añorar la plaza cívica “Primer Congreso de Anáhuac”: “tengo tres hijos y antes veníamos al centro a que mis hijos jugaran un rato pero ahora no podemos ni caminar sin que algo pase pues nos tocó cuando la Policía tiró una bomba de gas y con mis hijos a mi lado nos provocó nauseas.
El comerciante Alexander Ireta Ramírez, vecino de la colonia Viguri se quejó por las bajas ventas que tiene desde que se instaló el plantón de la CETEG Iván Sánchez Ríos y Paola Álvarez Montes, estudiantes de una escuela particular, así como Plutarco Contreras Gómez, vecino del barrio de San Mateo, lamentaron también lo sucio y apestoso que está el zócalo capitalino: “está bien, nadie les niega el derecho a protestar pero lo que hacen aquí está afectando a miles de personas que pasan y tienen que aguantar el olor a tabaco, alcohol y orines y lo peor es las áreas verdes ya están totalmente destrozadas”. (Juan Luis Jiménez Mota)

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