Escasea la “Coca Cola” tras el cierre del almacén por ataque de profesores

*Se acabó en pequeños comercios, supermercados y tiendas de conveniencia; empleados de FEMSA temen perder sus empleos.

Por Juan Luis Jiménez Mota A ocho días de que la Bodega de la empresa Coca Cola en esta ciudad cerrara sus puertas después de que su gerente y un empleado más fueron secuestrados por maestros plantados en el zócalo capitalino, el desabasto del producto ya comenzó a resentirse en pequeños estanquillos, tiendas de abarrotes e incluso en negocios con gran capacidad económica como Wal-Mart y las tiendas OXXO.

Lo que llama la atención, de acuerdo a los testimonios de los encargados o propietarios de estos negocios, es que la gente busca incluso con ansiedad el refresco y es común que al no encontrar “la coca” en las tiendas cercanas a su casa tengan que abastecerse de donde encuentren: “algunas personas han llevado hasta cien pesos de Coca Cola”, dijo el propietario de una dulcería del centro de la ciudad que no quiso proporcionar su nombre.
Se ha llegado el caso de que incluso las personas que de Chilpancingo han tenido que viajar a otras partes del estado se abastecen por paquetes en esas ciudades del producto para que tengan suficiente en sus casas.
Y si en las tiendas departamentales y las llamadas de conveniencia o las de abarrotes con mayor capacidad económica todavía tienen el producto, en los pequeños estanquillos ya no lo tienen en sus refrigeradores, “por lo que tenemos que llenarlos con jugos, otros refrescos o lo que se pueda, pero la gente pide la coca y para nosotros es una pérdida porque con la coca también compran pan y otros productos”, señaló la propietaria de una papelería y tienda de abarrotes ubicada sobre la avenida Juárez.
Pero además, las personas entrevistadas manifestaron también su preocupación por el riesgo que hay de que ante el cierre de las bodegas de la empresa Coca Cola en esta capital del estado, cientos, tal vez miles de personas se queden sin empleo o, en el menor de los casos, que no vayan a cobrar esta quincena por el hecho de llevar ya ocho días cerrada.
A continuación los testimonios recabados por este reportero en su recorrido por la ciudad. Alberto Contreras Aburto, encargado departamental de la tienda Wal-Mart, señaló que incluso esa transnacional ya comenzó a resentir el desabasto de la coca cola: “nosotros hemos empezado a sentir el desabasto apenas pues como somos tienda grande y mucha gente a veces vienen a abastecer su mercancía aquí pues tenemos que hacer pedidos en grandes cantidades”.
Alfredo Gómez Murguía, encargado de tienda OXXO, señaló que en algunas de esas tiendas todavía tienen el producto en existencia, pero en esa en particular, ubicada en la esquina de la calle de la Uva y el bulevar “Vicente Guerrero”, al sur de la ciudad, ya no, “así que tenemos que llenar el refrigerador con otras cosas, aunque claro que se siente la pérdida de clientes pues la mayoría de ellas entran por su Coca y al ver que no tenemos de ningún tamaño pues nada más se dan la vuelta, pues la Coca es un producto que ya algunas personas lo consideran como otro producto en la canasta básica”.
En su oportunidad, Eduardo Alarcón, propietario de la tienda “El Caballito”, dijo que afortunadamente antes del cierre de la bodega de la Coca Cola en esta capital se había abastecido y por tal motivo todavía tiene en existencia, aunque en algunos tamaños ya no como la Coca en lata y las de 350, 400 y 600 mililitros.
En Abarrotes, Vinos y “Licores Hernández”, su propietaria dijo que en sí ya tiene más de un mes que por el conflicto social que vive Chilpancingo el camión distribuidor ya no le surte el producto, por lo que optó por abastecerse en las tiendas departamentales de la ciudad, pero reconoció que ya no tiene en los “tamaños chicos”.
La comerciante dijo además que en su momento, gente que decomisó el producto de los camiones repartidores le llegó a ofrecer el refresco a más bajo precio, aunque ella se negó a comprarlo de esa forma.
Quizá los más afectados por esta situación son los pequeños estanquillos y comerciantes ambulantes que venden refrescos en las banquetas, como la señora Martha Laura, que tiene su puestecito en la esquina que forman la avenida Juárez y Moisés Guevara, afuera de las canchas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Doña Martha Laura dijo: “yo ya no tengo nada de la Coca pues a mí ya tiene varios meses que no me surten porque no pasa el carro repartidor y si quiere una comprar en SAM’s, el producto es 50 pesos más del costo normal, más otros 50 pesos del pasaje, así es que para nosotros no sale nada.
Por esta situación nosotros como puestos de comida rápida somos los más afectado pues si queremos vender el producto debemos de pagar más de lo normal y no nos alcanza”.

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