Encapuchados quemaron las oficinas del SUSPEG

*Condena Adolfo Calderón el ataque y lo califica de injustificado; los daños ascienden a más de dos y medio millones de pesos 

Por Baltazar Jiménez Rosales 

Después de condenar el ataque del que fueron objeto la mañana de ayer las oficinas del Comité Central Ejecutivo del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), el secretario general, Adolfo Calderón Nava, señaló que en su momento serán el área jurídica y la Oficialía Mayor de este organismo sindical las que determinen lo conducente en este caso por los daños que 12 hombres encapuchados que iban en una camioneta con las siglas de la CETEG ocasionaron y que ascienden a más de dos millones 500 mil pesos.

Lo que sí enfatizó el dirigente sindical del magisterio y de la burocracia estatal es que el ataque a las oficinas centrales del SUSPEG no se justifican porque “el SUSPEG tiene su propio método de lucha, su forma de conducirse y de hacer la gestión sindical” y porque en cuanto a la retención salarial a los maestros del Sistema Educativo Estatal llegó a un acuerdo con el gobierno del estado, pero además quedó establecida una mesa de trabajo con la Secretaría de Finanzas y Administración (Sefina) para tratar asuntos laborales de carácter general.
Fue alrededor de las diez y media de la mañana de ayer cuando alrededor de 12 personas encapuchadas y armadas con tubos y palos llegaron a las instalaciones del Comité Central Ejecutivo del SUSPEG y comenzaron a provocar destrozos.
Los encapuchados, que se trasladaban en una camioneta doble cabina que en el parabrisas tenía escrita la palabra CETEG primeramente rompieron los ventanales de las oficinas sindicales de la burocracia y magisterio estatal y lanzaron bombas molotov contra cuatro cubículos y el propio despacho del dirigente, Adolfo Calderón Nava.
Después de que personal de Bomberos y de Protección Civil controlaron el siniestro que ocasionaron los encapuchados, el secretario general mencionó que los daños a las oficinas sindicales asciende a más de dos millones 500 mil pesos.
Calderón Nava condenó el ataque a las oficinas centrales del SUSPEG al cual calificó como totalmente injustificado, toda vez que este organismo sindical que aglutina a los maestros del Sistema Educativo Estatal y a la burocracia del gobierno del estado tiene su propio método de lucha, pero respeta también el que aplican otras organizaciones.
“No comparto algunas actitudes porque el grueso de los trabajadores confían en la organización sindical, habrá algunos que no creen pero respeto mucho sus opiniones”.
Y agregó: “lo que hicieron con nosotros no se justifica.
El SUSPEG tiene su propio método de lucha, su forma de conducirse y de hacer la gestión sindical”, En este sentido, apuntó que después de que el gobierno del estado le retuvo la segunda quincena de enero a los trabajadores del Sistema Educativo Estatal, entabló negociaciones con la Secretaría de Finanzas y Administración y logró llegar a acuerdos que quedaron plasmados en una minuta de acuerdos firmada el lunes de la semana pasada.
En esos acuerdos, destacó, el gobierno del estado se comprometió a pagar puntualmente los salarios a los trabajadores de la educación estatales y dio la garantía de las plazas del personal docente y de apoyo a la educación, además de que quedó abierta una mesa de trabajo con el secretario de Finanzas y Administración, Eliseo Moyao, para resolver asuntos laborales de carácter general.
En cuanto al problema en que se encuentra inmerso el Instituto de Seguridad de los Servidores Públicos del Estado de Guerrero (ISSSPEG), Calderón Nava destacó también que desde hace algunos días también solicitó al gobierno del estado que se presione a las instancias que tienen adeudos con ese organismo para que paguen las cuotas obrero patronales y se pueda pagar a los jubilados y pensionados.
Recordó que también planteó al Congreso del Estado que presione a la Federación para que le inyecte recursos al ISSSPEG para que pueda salir de la quiebra financiera en la que se encuentra, pero además que el gobierno del estado absorba la nómina del propio organismo, la cual representa una fuerte carga económica que bien podría utilizarse para el pago de las pensiones y jubilaciones.