Pánico en pleno centro por actos vandálicos de los encapuchados

*Dicen que buscaban dialogo pacífico con jueces federales, pero como no los atendieron optaron por recurrir a actos de violencia. 

Por Abel Miranda Ayala 

Familiares de los normalistas desaparecidos, maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero, Alumnos de Ayotzinapa y jóvenes identificados con grupos anarquistas, incendiaron una patrulla frente a los juzgados federales de esta capital, asimismo causaron destrozos
a otra unidad y a los cristales del inmueble, ello luego de que ninguno de los jueces se prestó a establecer un diálogo con ellos.
Los manifestantes llegaron a la capital alrededor de la una y media de la tarde a bordo de autobuses de líneas comerciales que mantiene secuestrados, descendieron de los vehículos en la avenida Álvarez y desde ahí caminaron hasta el edificio que ocupan los juzgados primero y séptimo del Poder Judicial de la Federación.
Ahí exigieron a gritos que “el responsable” saliera a dialogar con ellos a fin de que pudieran ser portavoces ante sus superiores de las exigencias que deseaban manifestar.
Vidulfo Rosales Sierra, representante jurídico de los padres de los normalistas desaparecidos, informó que en días recientes el Juzgado Primero de Tamaulipas rechazó al Ministerio Público la solicitud de orden de aprehensión en contra de José Luis Abarca y María de los Ángeles Pineda Villa, por el delito de desaparición forzada, debido que consideró que los estudiantes ya fueron asesinados “sin que de ello exista una prueba científica que lo demuestre”.
Por ello la manifestación de ayer tenía la intención de establecer una mesa de diálogo en la que los jueces y magistrados pudieran saber el descontento por la resolución, y lo que encontraron fueron puertas cerradas y nadie quiso salir a dialogar con ellos.
Tras una hora esperando que alguien abriera la puerta, los jóvenes ya encapuchados iniciaron la destrucción de las patrullas, además lanzaron piedras contra los vidrios del inmueble donde se encontraban encerrados los trabajadores de los juzgados.
Los manifestantes se percataron que sobre la misma calle 5 de mayo, una cuadra delante de donde ellos se manifestaban, establecieron formación grupo de policía Anti motín, por lo que prendieron fuego a una de las unidades de la policía y luego emprendieron la retirada.
Los uniformados siguieron a los manifestantes hasta el zócalo donde mantiene el campamento de la CETEG, y prácticamente no encontraron resistencia a no ser por tres petardos que les fueron lanzados y les explotaron muy cerca.
Los policías permanecieron algunos minutos en la esquina que forman las calles Abasolo e Hidalgo, después regresaron a Cinco de Mayo para resguardar el edificio de los juzgados federales.
En este tribunal se encontraban también siete presuntos delincuentes que están siendo procesados por delitos federales, quienes quedaron encerrados en un pequeño espacio donde el humo les generó intoxicaciones por lo que tuvieron que recibir atención médica de urgencia.