Desnudó el caso Iguala intereses de partidos políticos: Florencio Salazar

*Pero pese al desprestigio tiene que recurrirse a ellos para postular candidatos y elegir a quienes han de constituir los poderes del Estado. 

Baltazar Jiménez Rosales 

Los lamentables hechos de violencia ocurridos en Iguala la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre en los que fueron asesinadas seis personas y desaparecidos otros 43 normalistas de Ayotzinapa —de uno ya se confirmó su muerte—, vinieron a desnudar los intereses de los partidos políticos y la creciente incredulidad de los ciudadanos por los políticos.
El ex embajador de México en Colombia, Florencio Salazar Adame, destacó que sin embargo, a pesar del desprestigio en que se encuentran, ante la proximidad de las elecciones del siete de junio del 2015, se tiene
que recurrir a ellos para postular candidatos y elegir al próximo gobernador, presidentes municipales y diputados locales para poder constituir los poderes del estado.
Entrevistado ayer en céntrica cafetería de la ciudad a donde acostumbra acudir a departir con sus amigos, el también ex secretario de la Reforma Agraria y ex alcalde de Chilpancingo, fue cuestionado acerca de las consecuencias políticas que trajo consigo el caso Ayotzinapa, la última de las cuales fue la desbandada que se registró en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) al cual renunciaron sus fundadores históricos en Guerrero.
“Ayotzinapa desnudó los intereses de los partidos y la creciente incredulidad que tienen los ciudadanos por los políticos; puso en evidencia al pluripartidismo al demostrar que los ideales, las convicciones y las propuestas de hombres y mujeres para que ocupen cargos de elección popular es un asunto secundario, que lo que importa son candidatos que tengan recursos para hacer sus campañas, como se presume que ocurrió en Iguala, para apoyar otros proyectos e incluso a la propia dirigencia”, dijo de entrada.
No obstante, añadió, la confianza de la ciudadanía para con los partidos políticos tiene que reconstruirse con una gran rapidez, toda vez que ante la proximidad de las elecciones —se llevarán a cabo el siete de junio del 2015— todavía no se ha encontrado cómo sustituirlos por lo que a pesar de que están desprestigiados “se tendrá que recurrir a ellos para que se postulen candidatos y se puedan elegir alcaldes, diputados, gobernador y constituir los poderes públicos”.
Y ante el riesgo de que por los mismos hechos ocurridos en Iguala el abstencionismo se dispare en los comicios venideros, Salazar Adame reconoció que es una posibilidad, porque cada vez más son las personas que manifiestan su hartazgo de la política, “como se está viviendo en estos días”.
En este sentido, consideró que a pesar de que hay muchos partidos, por la modestia de sus recursos y capital político, difícilmente podrán representar un riesgo para el PRI y PRD.
Respecto a la desbandada registrada en el PRD, al cual ya renunciaron sus fundadores, como Cuauhtémoc Cárdenas a nivel nacional, y Eloy Cisneros, Saúl López Sollano, Félix Salgado Macedonio, Mauro García Medina y Alberto López Rosas, entre otros, el también ex titular del Plan Puebla-Panamá, en el gobierno de Vicente Fox, afirmó que particularmente la renuncia del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas dejó a este partido bamboleando.
Y agregó: “tras él hay otros que están en desacuerdo en cómo se ha manejado el PRD, y que además están planteando su salida como una forma de reprochar el hecho de que no haya un examen profundo de lo que ha ocurrido dentro de esa organización política, y probablemente buscar otras alternativas de izquierda”.
En cuanto a su perspectiva del PRD, Salazar Adame enfatizó: “yo creo que está muy dañado, creo que está como los quesos gruyere: lleno de hoyos, pero todavía tiene estructura, y va a depender del talento de quienes lo dirigen para cubrir esos huecos para que se fortalezca.
Eso sí, remarcó que el partido del sol azteca terminará desmoronándose sí es que sus dirigentes dejan pasar esta crisis y asumen que no ocurre nada o lo ven como un conflicto pasajero.
Finalmente apuntó que lo que necesita el estado son partidos competitivos que tengan buenos candidatos, porque son los únicos instrumentos que existen para ese fin, ya que si el abstencionismo crece, lo que traerá como consecuencia es que las próximas autoridades carecerán de legitimidad al ser electas por una minoría y, como consecuencia encabezarán instituciones débiles.