CETEG y normalistas resistieron a la Policía Federal en la Insurgentes

*Era de madrugada cuando inició el “problema” que derivó en una riña que dejó heridos de ambas partes: cada quien da su versión. 

"¿Ah, se van a poner perros?"… habría preguntado un —presunto policía federal— hombre vestido de civil cuando al bajar de un taxi con dos personas más de sexo masculino fueron interceptados por unos 30 alumnos de la normal de Ayotzinapa, quienes pretendieron impedirles abrirse paso por entre
las vallas metálicas que colocaban a esa hora de la madrugada (3:50) para cercar la zona en la avenida Insurgentes, a unos metros de la estatua de Nicolás Bravo, donde los estudiantes tenían programado realizar un concierto musical.
Ese incidente fue el detonante que devino en enfrentamientos entre elementos de la Policía Federal y normalistas de Ayotzinapa, miembros de la CETEG, activistas y padres de familia que dejó como saldo al menos 7 efectivos heridos; 2 maestros, 1 familiar de uno de los estudiantes desaparecidos, 1 alumno de la UNAM y 1 activista y 1 foto reportero lesionados.
Una versión indica que los hombres aquellos vestidos de civil que llegaron en un taxi pasaron sobre las vallas, entraron al Hotel Real del Sol donde se alojaban y después, ya portando uniformes de la Policía Federal y acompañados por otros federales, habrían encarado a los normalistas y agredido a golpes a uno de estos sin causarle lesiones severas, relató posteriormente uno de los normalistas.
Los estudiantes de Ayotzinapa reportaron el hecho a su escuela y los policías hicieron lo mismo con sus mandos.
Unos 300 elementos federales que se encontraban en diversos hoteles, arribaron poco después a las inmediaciones del mercado “Baltasar R. Leyva Mancilla”, la situación se tensó por unos minutos hasta que los policías decidieron retirarse, eran las 4:40 de la madrugada.
Al lugar también arribaron más estudiantes de la normal de Ayotzinapa, de la UNAM, padres de familia y activistas.
A las 5:30 de la mañana, los policías federales, encabezados por el comandante José Luis Sánchez Cortés, más conocido como Espartaco, rodearon el sitio y entraron por la parte norte donde se ubica la estatua de Nicolás Bravo y comenzó un nuevo enfrentamiento. Cuando los uniformados replegaban a los estudiantes con bombas de gas, estos les contestaban lanzando bombas molotov.
“!Esto está muy feo, la situación se está saliendo de control!”, dijo una vecina del lugar por celular, quien relató que había jóvenes y padres de familia corriendo por todas direcciones, mientras a una veintena de muchachos los habían logrado replegar junto a la sucursal del banco Bancomer. A las 6:00 de la mañana, armados con tubos y palos arribaron miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG), provenientes de su campamento en el zócalo de Chilpancingo y se apostaron sobre la avenida Insurgentes, frente al mercado “Leyva Mancilla”.
“Espartaco” al verlos, avanzó hacia ellos acompañado por 8 elementos de la Policía Federal y comenzó un intento de diálogo con el líder de la CETEG, Reyes Ramos Guerrero. Les pidió que le entregaran a tres policías que habrían sido sacados violentamente del hotel Real del Sol por los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, el único eco que encontró su petición fue que entregara también a los detenidos que tenía, pero negó que tuviera personas que hubieran capturado.
Les afirmó: “Ustedes pueden realizar su evento, la Policía Federal no tienen ninguna confrontación con ustedes”, esperaron unos momentos y se vinieron las consignas en su contra: “¡Asesinos, asesinos! ¡Borrachos, drogadictos!”, estas últimas prendas, porque los normalistas aseguraron que cuando los policías que llegaron vestidos de civiles en un taxi, se encontraban en estado inconveniente cuando los agredieron.
Espartaco y su escolta se retiraron sin dar la espalda. Pasados unos minutos, inició una nueva reyerta violenta.
Una camioneta marca Ford color Blanco con leyendas del Gobierno de Guerrero, placas HC 25 557, entró de reversa a toda velocidad por la glorieta de Nicolás Bravo, tomando desprevenidos a los policías que estaban de espaldas a ella. En su trayecto atropelló a 4 elementos policiacos y a un familiar de uno de los 42 jóvenes que continúan desaparecidos. Empezaron los gritos pidiendo “¡una ambulancia!”.
La imagen de los cinco lesionados tirados en la avenida Insurgentes detuvo el enfrentamiento.
El conductor de la camioneta detuvo su marcha, los cetegistas intentaron atraparlo, pero el hombre sacó de entre sus ropas un arma de fuego, los apuntó y logró darse a la fuga.
Los normalistas y maestros de la CETEG se deslindaron de este hecho, y como siempre, dijeron que era un “infiltrado”. Para las 7:40 de la mañana, Espartaco entregó a dos cetegistas que habían detenido y que estaban golpeados.
A las 7:50 de la mañana comenzaron a retirarse del lugar tanto policías como normalistas, padres de familia, cetegistas y activistas “anarcos”.
Para las 8:40 de la mañana, policías municipales de Tixtla encontraron a las afueras de su comandancia, amarrados de los pies y manos, cubiertos del rostro, descalzos y golpeados, a dos de los tres elementos de la Policía Federal que fueron sacados con violencia del hotel Real del Sol, retenidos y golpeados por los “encapuchados”, el tercero, se habría arrojado de una camioneta en movimiento donde junto con sus compañeros lo llevaban secuestrado, y sufrió lesiones graves en la cabeza.
Todos los elementos policiacos heridos, siete en total, fueron atendidos en el Hospital del ISSSTE de esta capital y posteriormente trasladados a otro de la Ciudad de México. Cuatro de ellos son reportados como graves.
Los elementos de la Policía Federal lesionados son: el suboficial Raúl García Duarte; los agentes Joaquín Uribe Bocanegra, Moisés Oropeza y Raúl Martínez Landa; el subinspector Roberto Sánchez Topete y el agente Juan Alexander de la Cruz, éstos últimos son los dos elementos que fueron dejados golpeados en el Libramiento a Tixtla y el que “se lanzó” de la camioneta, del que no se ha dado a conocer su identidad.
El familiar de uno de los normalistas desaparecidos que resultó herido es Lambertino Cruz Antonio; el alumno de la UNAM lesionado es Ernesto Cruz Flores; el activista fue identificado como Carlos Alberto Ogaz Torres y el foto reportero Alejandrino González Reyes; el cetegista Rubén Bahena Páez, quienes fueron atendidos de sus lesiones en el Hospital General “Doctor Raymundo Abarca Alarcón” de Chilpancingo, además de otro profesor, éste último sólo presentó golpes y no requirió atención médica ni ingresó al nosocomio.
A eso del mediodía, habían sido dados de alta del hospital civil por mejoría Alejandrino González Reyes y voluntaria, Lambertino Cruz Antonio. (Con información de la agencia de Noticias IRZA)

Comentarios