Rindió la Comverdad su informe final respecto a la “Guerra Sucia”

Concluido el periodo para el que fue creada, ayer la Comisión de la Verdad (Comverdad) rindió su informe final con relación a las violaciones a los derechos humanos registradas durante la llamada “Guerra Sucia”, particularmente de 1969 a 1979, y entre las conclusiones a las que llegaron sus
integrantes se encuentran el que el Estado ejerció una política de represión sistemática y generalizada; que hubo al menos 500 desaparecidos, pero además que como mínimo mil 500 personas fueron arrojadas al mar.
Ante el presidente de la Comisión de Gobierno del Congreso del Estado, Bernardo Ortega Jiménez, único diputado que estuvo presente en el acto, María del Pilar Noriega, Nicomedes Fuentes García, Arquímedes Morales Carranza, Enrique González Ruiz e Hilda Navarrete Gorjón, integrantes de la Comverdad, rindieron su informe en el Auditorio del Tribunal Superior de Justicia.
Ahí, entre las recomendaciones que hicieron fue que se indemnice a los familiares de las víctimas de la “Guerra Sucia, que se tipifique como delito la desaparición forzada de personas, conforme al artículo segundo de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, y que el Congreso del Estado retire la placa con el nombre de “Ejército Mexicano” que hace apenas unos meses colocó en el Salón de Sesiones.
Entre las conclusiones más contundentes de este informe es que en ese periodo “hubo una represión sistemática y generalizada como política de Estado y, por lo tanto, se cometieron delitos de lesa humanidad”, expresó María del Pilar Noriega.
En el informe se señala que se contó con el testimonio de 409 personas que fueron víctimas de la “Guerra Sucia” y como resultado de las pláticas que se tuvo con ellas se puede concluir que en este periodo dejó cuando menos 500 desaparecidos.
Por si esto fuera poco, en el Archivo General de la Nación se encontró el testimonio del piloto aviador Benito Candia, quien habría afirmado que en ese periodo al menos mil 500 personas fueron arrojadas al mar, “algunas ya muertas y otras en agonía”.
Al dar lectura al informe de la Comverdad, el investigador Arquímedes Morales Carranza mencionó que en esa época en Guerrero era delito pensar que podía construirse una sociedad más justa e igualitaria, ya que, por principio de cuentas el lema era: Has patria, mata a un comunista y “aquel que pensaba de manera diferente a lo establecido, se colocaba en la mira del poder que ponía el dedo en el gatillo, la muerte de los roba vacas, maleantes y terroristas, como fueron llamados, fue el destino que el sistema impuso para tratar de evitar el contagio de las ideas que ellos llamaron subversivas, antidemocráticas, antirreligiosas, extranjerizantes y ajena a nuestra idiosincrasia”.
Señaló que en esa época los derechos humanos y las garantías individuales fueron letra muerto, pues incluso comunidades enteras fueron sitiadas y a los campesinos se les impedía incluso ir a sus parcelas, con el fin de que no llevaran alimentos a quienes el sistema llamaba roba vacas o gavilleros.
Por todo lo anterior, la Comverdad recomienda el retiro de las tropas del Ejército de las labores de seguridad pública y que por los agravios que cometió en este periodo en contra de la sociedad, la placa con el nombre de “Ejército Mexicano” sea retirada del Salón de Sesiones.
Recomienda también indemnizar económicamente a los familiares de los desaparecidos y a los sobrevivientes de la “Guerra Sucia”. (Baltazar Jiménez Rosales)

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