Por intolerancia religiosa, 50 familias de Cochoapa fueron desplazadas a Malina

Por conflictos derivados de la intolerancia religiosa, cincuenta familias del municipio de Cochoapa El Grande fueron desplazadas y refugiadas en Malinaltepec en donde les fueron asignadas diez hectáreas para la construcción de sus viviendas, informó el subsecretario de Gobierno para Asuntos Religiosos
del gobierno del estado, Jorge Alberto González Rivero.
El funcionario estatal mencionó que las familias desplazadas de Cochoapa El Grande pertenecen a la Iglesia Pentecostal y entraron en conflicto con los católicos de la comunidad en que vivían, por lo cual con el fin de evitar enfrentamientos, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CNDI) les consiguió las diez hectáreas de terreno en Malinaltepec, donde podrán vivir sin mayores problemas.
Tras mencionar que hasta el momento es el único conflicto de intolerancia religiosa más grave que se registra en el gobierno de Ángel Aguirre Rivero, González Rivero comentó que estas 50 familias tuvieron que ser desplazadas hacia Malinaltepec, porque no se sumaban a las actividades religiosas y colectivas de los católicos de su comunidad.
Por tal motivo, indicó, con el fin de evitar un problema mayor, la CNDI y el gobierno del estado adquirieron el terreno en el que fueron reubicados con una aportación del 80 y el 20 por ciento respectivamente.
Refirió que ese conflicto se registró en el 2009, pero resurgió este año ya que las 50 familias desplazadas ahora buscan el apoyo del gobierno estatal para la adquisición de otras diez hectáreas, petición que se analiza de manera conjunta con la CNDI.
El funcionario estatal señaló que las regiones en donde más conflictos por intolerancia religiosa se registran son la Montaña y la Costa Chica —nueve en total de enero a julio— donde los católicos ven mal que las familias que profesan religiones como la evangélica o Testigos de Jehová no se suman a sus celebraciones tradicionales ni actividades que se realizan para beneficio propio de sus comunidades.
Recordó que otro conflicto religioso que se registró recientemente fue el de Atliaca donde feligreses católicos entraron en pugna por la presencia del sacerdote de la iglesia del pueblo.
Este problema, comentó, fue solucionado con la participación directa del obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Alejo Zavala Castro. (Baltazar Jiménez Rosales)

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