Marcharon católicos de colonias populares por la paz en Guerrero
Grupos católicos de colonias populares del norte de la capital organizaron una caminata nocturna y una jornada de oración, para pedir que la paz, y la armonía regresen a nuestro Estado de Guerrero, que aparezcan con vida los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa y que las autoridades sean
guiadas por Dios para tomar las mejores decisiones.
De acuerdo con vecinos de la colonia Francisco Javier Mina, la jornada de oración fue convocada por el padre de la parroquia de San Judas Tadeo, Baltazar Vega Ramos, inició a las 4 de la tarde en el templo localizado en esa colonia, de ahí alrededor de las ocho de la noche partió la caminata que recorrió parte de las colonias que atiende esta capilla.
El sacerdote pidió a los feligreses que acudieran vestidos de blanco y llevaran una veladora para alumbrar el camino por donde pasaría la procesión silenciosa.
A la jornada se convocaron vecinos de las colonias Javier Mina, Tata Gildo, Izazaga, 6 de julio, Lomas de Insurgentes, Flores Baños, Crucero, Lázaro Cárdenas y Polvorín, que son las que atiende la parroquia de San Judas Tadeo.
Los feligreses indicaron que esta actividad no tenía ningún otro fin más que pedir a dios que regrese la paz a Guerrero, porque se están viviendo cosas que resultan difícil de imaginar, como el asesinato de seis personas en Iguala el pasado 26 de septiembre y la posterior desaparición de 43 estudiantes normalistas, “no podemos concebir tanta maldad, no podemos dejar que la sociedad se siga descomponiendo de esta manera y la única forma de enmendar el camino es encomendarnos a Dios y seguir las enseñanzas de Jesucristo”, señaló la señora Olivia Serratos Ortiz.
Agregó que quizás su actividad no sea tan ostentosa como las megamarchas que se han realizado en esta ciudad y la que hubo este día en el puerto de Acapulco, sin embargo es muy importante que cada ciudadano tome conciencia de que el cambio de una sociedad se inicia en cada ciudadano, no en las multitudes, por eso cada personas que este día se encomendó a Dios, ofreció ser una mejor persona, ayudar al próximo, ofrecer la mano al desvalido y con nuestro ejemplo pugnar por una ciudad en paz. Finalmente destacó que las autoridades con sus miles de policías nada podrán hacer para detener la delincuencia, ni acabar con el narco, “porque lo que la sociedad necesita es que se fomenten los valores humanos, que se infunda el temor a Dios, que haya más buena voluntad entre las personas, que seamos buenos vecinos, que amemos a nuestro próximo como a nosotros mismos”. (Por Abel Miranda Ayala)
guiadas por Dios para tomar las mejores decisiones.
De acuerdo con vecinos de la colonia Francisco Javier Mina, la jornada de oración fue convocada por el padre de la parroquia de San Judas Tadeo, Baltazar Vega Ramos, inició a las 4 de la tarde en el templo localizado en esa colonia, de ahí alrededor de las ocho de la noche partió la caminata que recorrió parte de las colonias que atiende esta capilla.
El sacerdote pidió a los feligreses que acudieran vestidos de blanco y llevaran una veladora para alumbrar el camino por donde pasaría la procesión silenciosa.
A la jornada se convocaron vecinos de las colonias Javier Mina, Tata Gildo, Izazaga, 6 de julio, Lomas de Insurgentes, Flores Baños, Crucero, Lázaro Cárdenas y Polvorín, que son las que atiende la parroquia de San Judas Tadeo.
Los feligreses indicaron que esta actividad no tenía ningún otro fin más que pedir a dios que regrese la paz a Guerrero, porque se están viviendo cosas que resultan difícil de imaginar, como el asesinato de seis personas en Iguala el pasado 26 de septiembre y la posterior desaparición de 43 estudiantes normalistas, “no podemos concebir tanta maldad, no podemos dejar que la sociedad se siga descomponiendo de esta manera y la única forma de enmendar el camino es encomendarnos a Dios y seguir las enseñanzas de Jesucristo”, señaló la señora Olivia Serratos Ortiz.
Agregó que quizás su actividad no sea tan ostentosa como las megamarchas que se han realizado en esta ciudad y la que hubo este día en el puerto de Acapulco, sin embargo es muy importante que cada ciudadano tome conciencia de que el cambio de una sociedad se inicia en cada ciudadano, no en las multitudes, por eso cada personas que este día se encomendó a Dios, ofreció ser una mejor persona, ayudar al próximo, ofrecer la mano al desvalido y con nuestro ejemplo pugnar por una ciudad en paz. Finalmente destacó que las autoridades con sus miles de policías nada podrán hacer para detener la delincuencia, ni acabar con el narco, “porque lo que la sociedad necesita es que se fomenten los valores humanos, que se infunda el temor a Dios, que haya más buena voluntad entre las personas, que seamos buenos vecinos, que amemos a nuestro próximo como a nosotros mismos”. (Por Abel Miranda Ayala)
Comentarios
Publicar un comentario