POR FIN SE PONE ORDEN

*La acción de la Fuerza Estatal y Militares para evitar que vándalos de Ayotzinapa robaran autobuses fue motivo de público aplauso. 

Por: Abel Miranda Ayala 

La sola presencia de elementos de las Fuerzas Estatales policiacas y elementos del Ejército federal disuadió a un grupo de estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa en su enésima intentona de robar autobuses en la entrada de la Central Camionera de esta capital.

Con esta es la segunda vez en la semana que con el pretexto de que necesitan transporte para ir el 2 de octubre al Distrito Federal a “conmemorar” La matanza de Tlatelolco, los normalistas intentan apoderarse de autobuses en esta capital y sus negras intenciones son inhibidas por la oportuna presencia policiaca.
Sería la una de la tarde cuando un grupo de normalistas arribó a la colonia Benito Juárez de esta capital y apostados en la lateral oriente del bulevar Vicente Guerrero interceptaron un autobús que salía de la terminal de la Estrella de Oro y ya procedían a obligar a los pasajeros a bajar “por la buena” de la unidad de transporte cuando se percataron de la llegada de algunas patrullas de policía y militares.
Frustrada su intención de sumar uno o dos autobuses a los once que mantienen ilegalmente en los patios de la Normal de Ayotzinapa, los “estudiantes” se molestaron a grado tal que tras bajarse del autobús intentaron provocar a los policías y militares a que los reprimieran mediante el uso de la fuerza, cosa que no lograron pues los uniformados se mantuvieron firmes en su misión de impedir el robo de autobuses, pero sin caer en provocaciones Testigos del hecho corrieron alejándose del que supusieron inevitable encontronazo de estudiantes y uniformados, más al notar que esta vez la prudencia gobernó la acción de los policías y militares, les felicitaron e incluso brindaron un público aplauso, que dejó muy mal parados a los de Ayotzinapa, que no pudieron hacerse las víctimas, como es su costumbre.
Total que decidieron huir del lugar, abordaron un autobús que robaron hace tiempo y utilizan como propio, abordo del regresaron a las instalaciones de la “Raúl isidro Burgos”.
Posterior al incidente en las inmediaciones de la terminal de autobuses y calles cercanas se desplegaron patrullas policiacas cargadas con equipo anti motín y algunos elementos de tropa militares que, según se dijo, se quedarían de manera permanente en la zona para evitar que los normalistas sigan hurtando camiones de líneas comerciales.
Cabe señalar que el pasado lunes 22 de septiembre, en el paraje Tierras Prietas, la presencia de la policía también impidió que los normalistas se apoderaran de autobuses.
Aunque de todas formas los normalistas se trasladaron a la ciudad de Iguala a robar un camión y sustraer el combustible a otros más.
En esa ocasión los normalistas utilizaron los camiones que tiene retenidos para trasladarse a la Ciudad de México donde el miércoles tenían pendiente una reunión en la Secretaría de Gobernación. Actualmente el pretexto es la necesidad de transporte suficiente para trasladarse ellos y sus simpatizantes al Distrito Federal el dos de octubre para conmemorar la matanza de Tlatelolco, ocurrida cuando ni habían nacido y por circunstancias que es de dudar conozcan.
Total, pareciera que el hartazgo de la ciudadanía para con este tipo de acciones vandálicas de los normalistas (de Ayotzi o no) está logrando que —¡Por fin!— las autoridades se decidan a hacer obedecer la ley y, lo mejor, imponiendo esta con su sola presencia, firme y decidida, aunque sin llegar a la confrontación, que es lo que les hacía perder el respeto ciudadano, que ayer, por el contrario hasta les ganó un agradecimiento generalizado de quienes observaron este enésimo embate de los vándalos normalistas en agravio de la ciudadanía.
Finalmente no dude que en días próximos los “ayotzis” volverán a las andadas pues les falta concluir sus actividades del año exigiendo seguramente con ruidosa protesta justicia para Gabriel de Jesús Echeverría y Jorge Alexis Herrera, abatidos a balazos el 12 de diciembre del año 2011, al sur de esta capital y cuando junto con otros normalistas bloqueaban la circulación vehicular en la carretera.
Lo que no recuerdan (porque no les conviene) es que en esa ocasión el vandalismo de los propios normalistas provocó el incendio de una bomba despachadora de una estación gasolinera cercana y que el sofocar dicho incendio para evitar una desgracia mayor, costó la vida al trabajador de esa estación de combustibles Gonzalo Miguel Rivas Cámara.
A quien las autoridades tampoco han hecho justicia castigando a los responsables de ese hecho.

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