Más de cinco años y la PGJE se niega a entregar el cuerpo de un joven asesinado

A más de cinco años de la misteriosa muerte de un joven y decenas de diligencias llevadas a cabo por ese caso, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) se niega a entregarle los restos a su angustiada madre, vecina de la colonia Francisco Villa de esta ciudad, quien ahora pide la
intervención del gobernador Angel Aguirre Rivero y de su esposa, señora Laura del Rocío Herrera de Aguirre, para que finalmente se los entreguen o cuando menos le digan dónde fue sepultado para cuando menos tener un lugar dónde llevarle flores. Josefina Arcos Buenaventura, vecina de la calle Ricardo Flores Magón número 27, de la colonia Francisco Villa, es la angustiada madre que durante estos cinco largos años ha sufrido todo un calvario, zozobra e incertidumbre ya que en la fiscalía guerrerense únicamente le dan largas, pero no le resuelven nada en concreto. Recordó que fue el día cinco de marzo del 2009 cuando su hijo, Arturo Sandoval Arcos, quien entonces contaba con 28 años de edad, fue detenido por elementos de la Policía Preventiva Municipal y llevado a la delegación de barandilla. A partir de ese momento ya no volvió a saber de él y fue el 26 de marzo de ese mismo año —21 días después— que su cadáver fue encontrado tirado sobre el nuevo Libramiento a Tixtla y lo identifica por la ropa que el día de su desaparición llevaba puesta. No obstante, en la Procuraduría General de Justicia se niegan a entregarle el cuerpo bajo el argumento de que tienen que practicarle estudios de ADN para que la identificación del cuerpo sea formal. Los estudios le son realizados al cuerpo y a ella como madre y al pequeño hijo de Arturo. El problema es que los resultados nunca le son mostrados y el único argumento que recibe por parte de las autoridades de la Procuraduría es que no coincidían y que tenían que practicarle nuevos estudios. En el 2011 le practican nuevos estudios de ADN y de igual forma los resultados le son ocultados, pero apenas hace dos meses le dicen que sí coinciden, aunque tiene que esperar otro tiempo más para que el expediente sea remitido de la Fiscalía al Ministerio Público y será esta autoridad ministerial la que le informe cuándo le hará entrega de los restos. Y como a raíz de la misteriosa desaparición de su hijo y posterior muerte ya pasaron cinco años, doña Josefina Arcos ahora pide la intervención del gobernador Angel Aguirre Rivero y de su esposa, señora Laura del Rocío Herrera de Aguirre para que giren sus instrucciones con el fin de que la Procuraduría agilice el proceso y finalmente le entreguen los restos de su hijo o le digan dónde fue sepultado para tener un lugar dónde ir a llorarle y llevarle flores. (Redacción)

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