“A medias” coincide Julio César Aguirre con las leyes de protección ambiental

Las nuevas políticas de protección de la flora, la fauna y el medio ambiente en la entidad deben ir de la mano de programas de apoyo a los habitantes de las comunidades rurales, ya que la pobreza en la que viven hace que su medio de subsistencia sea precisamente lo que produce su entorno, en este
caso tanto los recursos maderables como los animales silvestres que en muchas ocasiones están en peligro de extinción, consideró el titular de la Procuraduría de Protección Ecológica del Estado de Guerrero (Propeg), Julio César Aguirre Méndez.
Cabe aclarar que el funcionario estatal no se pronunció en contra de las leyes que pretenden proteger la flora, la fauna y el medio ambiente, como la Ley de Bienestar Animal recientemente aprobada por el Congreso del Estado, que prohíbe las corridas de toros —la fiesta brava—, el uso de animales en los circos, las peleas de perros y la utilización de caballos en las “Calandrias” en la Costera “Miguel Alemán” de Acapulco.
En este sentido, el procurador de Protección Ecológica dijo coincidir “a medias” con estas disposiciones legales, ya que es necesario avanzar de manera global en todo lo que tiene que ver con una mejor forma de vida, pero también expresó que es imprescindible que desde el propio Congreso local esta nueva legislación que busca proteger el medio ambiente vaya “amarrada” con políticas de desarrollo económico en las comunidades rurales.
Al respecto agregó que lo que no se puede hacer es cuidar mediante estas nuevas disposiciones legales las especies animales y los recursos forestales si no se le da a la gente del campo que vive en extrema pobreza mejores condiciones de vida y de trabajo para poder llevar el sustento a su familia. Aguirre Méndez puso como ejemplo que si los campesinos se ven en la necesidad de capturar las guacamayas para venderlas, es porque no tienen otra forma para subsistir, y viven de lo que les proporciona el campo”.
Por este motivo apuntó que lo que se debe de procurar es que haya un desarrollo más sustentable para que la gente del campo deje de subsistir de la caza y de la captura de especies animales en peligro de extinción y, al contrario, las protejan.
Se pronunció asimismo porque se les proporcione a los campesinos una especie de compensación por servicios ambientales para que ayuden a cuidar el medio ambiente. (Baltazar Jiménez Rosales)