Madereros están siendo doblemente extorsionados por grupos delictivos

Empresarios capitalinos encabezados por Pioquinto Damián Huato, denunciaron que dos grupos de la delincuencia organizada pretenden extorsionar a los empresarios dedicados al rubro maderero, a quienes exigen 25 mil pesos mensuales por cobro de piso.
En la conferencia de prensa realizada la tarde de este jueves en el edificio de Damián Huato, los empresarios dijeron que son al menos 20 los madereros que están siendo hostigados por presuntos grupos criminales y además son dos grupos diferentes.

Damián Huato señaló que se han presentado hombres armados que dijeron ser del grupo de “Los Rojos”, y otros que aseguraron representar a “Guerreros Unidos”, por lo que los madereros tendrían que pagar doble extorsión, es decir 50 mil pesos mensuales.
Sin embargo los empresarios dijeron no estar dispuestos a hacer este pago a la delincuencia primero porque hacerlo significaría poner en riesgo su estabilidad económica e incluso el pago de la nómina de sus empleados, además de que ayudarían a fortalecer a los grupos delincuenciales.
“Nosotros pagamos impuestos al Estado, y el gobierno tiene la obligación de brindarnos seguridad, por eso hoy estamos haciendo esta denuncia pública para que tomen cartas en el asunto y protejan a los madereros”, señaló Pioquinto Damián, Destacó que en Chilpancingo en las últimas semanas se ha tenido una relativa calma, incluso el último secuestro que se registró fue el de Rigoberto Payán y después no ha habido más, por lo tanto no se puede permitir que los grupos de la delincuencia tengan financiamiento para fortalecerse, y crear nuevamente ese imperio de terror que se tuvo hace algunos meses, mismo que se disminuyó con la presencia de las fuerzas federales y el Ejército en las labores de seguridad pública.
Pioquinto Damián, señaló que los empresarios madereros decidieron no utilizar ninguna forma de autodefensa, es decir que no se van a armar ni cosa por el estilo, sólo junto a todo el empresariado de Chilpancingo estarán demandando a las fuerzas de seguridad del Estado que les garantice su derecho al trabajo honesto. (Por Abel Miranda Ayala)

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