Negligente participación en el simulacro de sismo
De haber sido verdad la hipótesis planteada en el simulacro de sismo que realizó la Subsecretaría Estatal de Protección Civil, en este momento los muertos se contarían por miles en Chilpancingo, puesto que la mayoría de la población se negó a participar en el simulacro, y sólo algunos edificios como el palacio de
gobierno se evacuaron parcialmente.
El simulacro se planteó para realizarse a las 12 del día y a esa hora sonaron sirenas, y timbres por diversos rumbos de la ciudad, en edificios como el palacio de gobierno y el Vicente Guerrero, la evacuación fue parcial pues los trabajadores se negaron a dejar sus labores.
En el palacio no fue ni la mitad de los empleados los que salieron a la explanada y la mayoría se quedó bajo las escaleras buscando la sombra, ello a pesar de que el personal de Protección Civil recorrió todo el inmueble invitándolos a bajar.
En la Ciudad Judicial que es parte del Tribunal Superior de Justicia, las alarmas no generaron ningún movimiento, ni una persona fue evacuada, todo siguió con la normalidad del mediodía.
En el centro de la ciudad el edificio Vicente Guerrero, fue uno de los pocos que participaron en el simulacro de evacuación, sin embargo al igual que en el palacio de gobierno una importante cantidad de personas prefirió seguir en sus ocupaciones.
Además de que la gente decidió no participar en el simulacro, los pocos que lo hicieron tardaron muchos minutos en bajar, por lo que en caso de que el siniestro hubiera sido real incluso muchos de quienes participaron en el simulacro no habrían logrado salir, pues tardaron hasta cinco minutos en llegar a los lugares de seguridad.
El simulacro fue informado más que convocado por la Subsecretaría de Protección Civil y además del sismo de 8.1 grados en escala de Richter y en la zona costera también manejaba la hipótesis de la ocurrencia de un tsunami como consecuencia del movimiento telúrico.
El anuncio de este simulacro indicaba que las alarmas antisísmicas sonarían en punto de las 12 del día, para que todos participaran en la acción, asimismo se hizo el llamado a instituciones educativas, a centros comerciales, a dependencias gubernamentales y en general a toda la población para que se sumara al “mega simulacro” que al final no tuvo la aceptación que se esperaba. (Por Abel Miranda Ayala)
gobierno se evacuaron parcialmente.
El simulacro se planteó para realizarse a las 12 del día y a esa hora sonaron sirenas, y timbres por diversos rumbos de la ciudad, en edificios como el palacio de gobierno y el Vicente Guerrero, la evacuación fue parcial pues los trabajadores se negaron a dejar sus labores.
En el palacio no fue ni la mitad de los empleados los que salieron a la explanada y la mayoría se quedó bajo las escaleras buscando la sombra, ello a pesar de que el personal de Protección Civil recorrió todo el inmueble invitándolos a bajar.
En la Ciudad Judicial que es parte del Tribunal Superior de Justicia, las alarmas no generaron ningún movimiento, ni una persona fue evacuada, todo siguió con la normalidad del mediodía.
En el centro de la ciudad el edificio Vicente Guerrero, fue uno de los pocos que participaron en el simulacro de evacuación, sin embargo al igual que en el palacio de gobierno una importante cantidad de personas prefirió seguir en sus ocupaciones.
Además de que la gente decidió no participar en el simulacro, los pocos que lo hicieron tardaron muchos minutos en bajar, por lo que en caso de que el siniestro hubiera sido real incluso muchos de quienes participaron en el simulacro no habrían logrado salir, pues tardaron hasta cinco minutos en llegar a los lugares de seguridad.
El simulacro fue informado más que convocado por la Subsecretaría de Protección Civil y además del sismo de 8.1 grados en escala de Richter y en la zona costera también manejaba la hipótesis de la ocurrencia de un tsunami como consecuencia del movimiento telúrico.
El anuncio de este simulacro indicaba que las alarmas antisísmicas sonarían en punto de las 12 del día, para que todos participaran en la acción, asimismo se hizo el llamado a instituciones educativas, a centros comerciales, a dependencias gubernamentales y en general a toda la población para que se sumara al “mega simulacro” que al final no tuvo la aceptación que se esperaba. (Por Abel Miranda Ayala)
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