Descubren el “hilo negro” del reparto de beneficios entre “estudiantes” de la UAG

Universitarios que moran en diversas casas de estudiantes denunciaron que han sido excluidos del programa de becas que tiene la Universidad Autónoma de Guerrero, mientras que jóvenes afines a la corriente del rector reciben este beneficio a pesar de tener materias reprobadas y no asistir regularmente a clases.

El programa de becas, en mención está dirigido a moradores de casas de estudiante, sin embargo (dicen) se ha entregado con fines proselitistas beneficiando con 500 pesos quincenales a seguidores del rector que tiene insertados en cada casa para mantener el control y manipular a los jóvenes.
Fernando Díaz, Hermenegildo Moreno Rojas, Sócrates Onassis Cabañas Toledo, Reynaldo Viterbo Álvarez, José Luis Rosales Morales, y Francisco Javier Juárez Cirilo, entre otros líderes estudiantiles universitarios, ofrecieron ayer una conferencia de prensa en la que llamaron al rector para que retome el camino de la legalidad, y que los beneficios se entreguen para todos los que lo merezcan y no para quienes tengan un padrino político.
Los quejosos mostraron recibos de al menos tres personas que a su consideración no deberían tener el beneficio de una beca, entre ellos Eric Galindo Ponce, Xóchitl Guevara Navarrete y Benjamín Cruz Gallardo, este último además de no ser un alumno regular en su asistencia a clases, el año pasado fue denunciado penalmente por haber sustraído de la casa de estudiantes Juan R. Escudero, todo el equipamiento que se entregó, mismo que llevó a su casa y después desapareció.
Entre el equipamiento se encuentran 10 colchones, un refrigerador, cobertores, computadora, entre muchas otras cosas, que se llevó a su casa y por ello fue denunciado penalmente ante la autoridad correspondiente, a pesar de que sobre él pesa la denuncia, el rector le sigue entregando su beca quincenal, además de que está inscrito en la escuela de Filosofía pero no asiste a clases.
Por otra parte el grupo de estudiantes reiteró su demanda de destitución del director del comedor universitario, a quien acusan de ser déspota prepotente, y cerrar sin ningún aviso ni motivo las instalaciones, dejando sin alimento a miles de jóvenes universitarios.
Los estudiantes, expresaron que la lucha que comenzaron, es por el beneficio de la comunidad estudiantil, que utiliza los servicios de alimentación que la universidad presta por ser de escasos recursos económicos y para evitar que el comedor siga siendo un “botín de ratas”, porque no se sabe el destino de la cooperación que dan para recibir el servicio.
Además indicaron que el área recibe de manera anual un millón de pesos, dinero que no se refleja en el servicio de alimentos. (Por Abel Miranda Ayala)

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