Los integrantes del Consejo para el Desarrollo Rural, como “prostis” políticas: organizaciones

Líderes de organizaciones sociales y campesinas que integran el Consejo Guerrerense para el Desarrollo Rural Sustentable manifestaron ayer su inconformidad por haber sido “plantados” por los secretarios de despacho y delegados de las dependencias federales que forman parte de este organismo —sólo acudieron
dos— y se quejaron además de que únicamente son utilizados para validar las millonarias inversiones supuestamente en beneficio del agro estatal. Pero el dirigente de la Central Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos (CIOAC) Roja, Gerardo León Hurtado, fue más allá al afirmar que a pesar de que la Ley de Desarrollo Rural del estado es de las tres más avanzadas del país, la realidad es que el Consejo Guerrerense para el Desarrollo Rural Sustentable no es de escrutinio ni de análisis, sino que “es un consejo cuyos integrantes sólo somos prostitutas políticas, porque en la práctica no se ponen de acuerdo ni siquiera para elaborar el orden del día de la asamblea”. El mediodía de ayer, en un salón de fiestas ubicado al sur de la ciudad sesionó el Consejo para el Desarrollo Rural Sustentable integrado por integrantes de las diferentes organizaciones sociales y campesinas del estado así como todos los secretarios de despacho del gobierno estatal y los delegados de las dependencias federales, así como los diputados locales que integran la Comisión de Desarrollo Rural del Congreso local, Sin embargo, a la sesión únicamente acudieron el secretario de Desarrollo Rural del gobierno estatal, Humberto Zapata Añorve; un subdelegado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, en representación del delegado que ayer tuvo una reunión con el titular de la dependencia federal en la ciudad de México, así como tres diputados, entre ellos Evencio Romero Sotelo. Todos los demás secretarios de despacho y delegados de las dependencias federales “brillaron” por su ausencia y eso fue criticado por los líderes de las organizaciones sociales y campesinas, entre ellos Antonio Colín Ramírez, del Colegio de Ingenieros Agrónomos del Estado, Rosaura Rodríguez Carrillo, de la Unión de Mujeres Productoras de Guerrero, y el propio Gerardo León Hurtado de la CIOAC-Roja. La ausencia de los funcionarios que toman las decisiones en los gobiernos estatal y federal y el hecho de que la orden del día fue elaborada de manera unilateral provocó la inconformidad de los líderes de las organizaciones sociales y campesinas quienes en voz de los ya mencionados denunciaron que sólo son utilizados para validar el millonario presupuesto que supuestamente ejercen las dependencias estatales y federales en el campo guerrerense. Esto, dijo León Hurtado, es preocupante porque “estamos en un estado de simbiosis, porque en la práctica se dice que se harán cosas, pero en lo real no se hacen, con lo que el Consejo Guerrerense para el Desarrollo Rural Sustentable sólo sirve para validar los centavos que se gastan, ya que este consejo no es de escrutinio, no es de análisis, es un consejo cuyos integrantes sólo somos prostitutas políticas, porque en la práctica no se ponen de acuerdo ni siquiera para elaborar el orden del día de la asamblea”. Reconoció, eso sí que la Ley de Desarrollo Rural del estado es de las tres mejores del país y cuenta además con el mejor reglamento a nivel nacional, sin embargo, “valen pa’ pura madre” si los secretarios de despacho y los delegados de las dependencias federales muestran un total desdén hacia el Consejo y hacia las organizaciones sociales y campesinas, ya que ni siquiera asisten a las sesiones de trabajo. Y es que dijo que es necesario que los gobiernos federal y estatal transparenten los recursos que ejercen en el campo, porque no aplican todo lo que dicen y las organizaciones sociales y campesinas no saben realmente a dónde van a dar las millonarias inversiones que se anuncian. A manera de ejemplo citó que entre todas las dependencias federales, estatales y los municipios, ejercen más de 12 mil 600 millones de pesos en el campo guerrerense, pero en la realidad aplican únicamente un 20 por ciento y se desconoce el destino del restante 80 por ciento. (Baltazar Jiménez Rosales)

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