Más de 500 policías fueron necesarios para recobrar control del penal de Iguala

Tras la irrupción violenta de un grupo armado que dejó nueve personas asesinadas en el penal de Iguala, más de 500 elementos de la fuerza estatal, tomaron por asalto el centro penitenciario, de donde sustrajeron a 13 reos que serán trasladados a otros centros penitenciarios.

El ataque de civiles armados se registró alrededor de las dos de la mañana y 12 horas después, es decir a las dos de la tarde los elementos policiacos llegaron en más de 30 patrullas, y dos camiones, asimismo recibieron el apoyo de un helicóptero tipo Black Hawk que fue utilizado para volar a baja altura y generar turbulencias de polvo mientras los uniformados ingresaban.
A las tres de la tarde inició el teatral operativo y cuando ya estaban en el interior llegaron unos cien elementos militares que se establecieron afuera del penal como apoyo a la fuerza estatal. Al frente de los uniformados se colocó el grupo de fuerzas especiales de la policía acreditable, quienes cubrieron su formación utilizando escudos blindados, atrás de ellos contingentes de grupos anti motín, uniformados con escudos de acrílico, toletes y cascos.
En el interior del penal los policías se distribuyeron de manera estratégica abarcando por dormitorios y en cada lugar todos los reos fueron tirados al piso con las manos en la cabeza y a uno por uno les fueron consultando su nombre para que a 13 de ellos incluidos en una lista se les colocó su propia playera en la cabeza y así los sacaron del penal para ponerlos en una camioneta de traslado de reclusos.
Extraoficialmente se supo que serían enviados a penales federales, sin embargo ninguna autoridad indicó a cuál sería enviado cada preso.
Personal de seguridad pública que participó en el operativo confirmó que tenían la instrucción de sacar del penal a los internos, Isaac Lugarde Soto, Cecilia Ivonne Morales del Río, Enrique Rosales Patricio, Víctor Manuel Coria, Fernando Arreola Mendoza, Jesús Jonathan Lubert Parra, Jesús Hernández Betancourt, Tatiana Vargas Morales, Felipe Castorena Tapia, Abelardo Huicochea Santiaguillo, José Elpidio Gutiérrez Barrera, Jonathan Pedroza Hernández y Epifanio Adame Romero, sin embargo este último fue identificado como uno de los que murieron en el ataque de la madrugada.
En el interior del penal se aseguraron a los internos machetes, “bats” de beisbol, y otros artefactos punzocortantes, y hasta la tarde de ayer el operativo seguía para buscar otras armas.
La irrupción policial generó zozobra entre la población penitenciaria, especialmente entre las mujeres que inicialmente fueron separadas del grupo de reos, para cuestionarles sus nombres y saber si eran las que tendrían que ser trasladadas.
Cabe señalar que los internos del penal de Iguala no portan uniformes como lo hacen los presos de otros penales y de los reos que fueron sacados portaban ropa de buena marca y tenis finos. (Por Abel Miranda Ayala)

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