Le súper urge un “zarpazo de tigre” a la carretera de cuota Chilpancingo-Tixtla
A menos de tres años de haber sido inaugurada, la carretera de cuota Chilpancingo-Montaña baja, se ha convertido en un camino riesgoso, lleno de “columpios”, deslaves, derrumbes y a eso se le añade una pésima señalización.
El libramiento, Chilpancingo-Montaña Baja fue la obra emblemática de Zeferino Torreblanca Galindo en la que invirtió cerca de mil millones de pesos del presupuesto estatal y casi al final de su administración, firmó un convenio con la directiva de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), para que la nueva carretera se convirtiera en una vía de cuota.
El argumento del entonces gobernador fue que CAPUFE garantizaría el mantenimiento para esta carretera y así se mantendría en buenas condiciones, sin embargo durante un recorrido que se realizó este domingo, a simple vista se aprecias afectaciones graves.
Al menos en dos partes del terreno se presentan deslaves que se comieron la mitad del pavimento, en uno de estos sitios maquinaria pesada trabaja para volver a compactar la parte afectada, mientras tanto se habilitó una parte de terracería para no suspender la vialidad.
En otra zona de pavimento cortado no hay ningún trabajo incluso no hay ni señalización, sólo se colocaron cerros de escombro que son los que alertan a los conductores sobre esta falla en la carretera.
Otra situación grave de esta vialidad son los asentamientos que tiene el piso ya que ellos generan “columpios” en los que los autos se convierten en máquinas similares a los carros de la montaña rusa.
Los asentamientos pronunciados son al menos 15 en el tramo de 20 kilómetros, destacando uno poco antes de llegar al túnel cuando se viaja de Tixtla a Chilpancingo, sin embargo en él, este fin de semana trabajaron para rellenar con asfalto las imperfecciones, a pesar de que ello no resuelve el problema que más que asfalto necesita de compactar de forma correcta el terreno.
La carretera Chilpancingo-Montaña Baja fue puesta en operación el 11 de febrero del 2011 y para los automóviles tiene un costo de 20 pesos. (Por Abel Miranda Ayala)
El libramiento, Chilpancingo-Montaña Baja fue la obra emblemática de Zeferino Torreblanca Galindo en la que invirtió cerca de mil millones de pesos del presupuesto estatal y casi al final de su administración, firmó un convenio con la directiva de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), para que la nueva carretera se convirtiera en una vía de cuota.
El argumento del entonces gobernador fue que CAPUFE garantizaría el mantenimiento para esta carretera y así se mantendría en buenas condiciones, sin embargo durante un recorrido que se realizó este domingo, a simple vista se aprecias afectaciones graves.
Al menos en dos partes del terreno se presentan deslaves que se comieron la mitad del pavimento, en uno de estos sitios maquinaria pesada trabaja para volver a compactar la parte afectada, mientras tanto se habilitó una parte de terracería para no suspender la vialidad.
En otra zona de pavimento cortado no hay ningún trabajo incluso no hay ni señalización, sólo se colocaron cerros de escombro que son los que alertan a los conductores sobre esta falla en la carretera.
Otra situación grave de esta vialidad son los asentamientos que tiene el piso ya que ellos generan “columpios” en los que los autos se convierten en máquinas similares a los carros de la montaña rusa.
Los asentamientos pronunciados son al menos 15 en el tramo de 20 kilómetros, destacando uno poco antes de llegar al túnel cuando se viaja de Tixtla a Chilpancingo, sin embargo en él, este fin de semana trabajaron para rellenar con asfalto las imperfecciones, a pesar de que ello no resuelve el problema que más que asfalto necesita de compactar de forma correcta el terreno.
La carretera Chilpancingo-Montaña Baja fue puesta en operación el 11 de febrero del 2011 y para los automóviles tiene un costo de 20 pesos. (Por Abel Miranda Ayala)
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