Sin ninguna necesidad la mayoría de los albergados en el INDEG: Martínez
De entre las 159 personas presuntas afectadas por las lluvias registradas en septiembre pasado, que se encuentran albergadas en las instalaciones de la Unidad Deportiva “Angel Aguirre Rivero” del Instituto del Deporte de Guerrero (INDEG), sí hay quienes, por comodidad, pretenden seguir viviendo a costa del
Ayuntamiento, ya que una verificación de campo realizado por las propias autoridades municipales revela que 15 familias sí tienen un lugar donde vivir, mientras que a nueve más no las conocen en las colonias donde dijeron haber tenido sus domicilios.
De esta manera, reveló la titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano del Ayuntamiento de Chilpancingo, Denisse Martínez Mendiola, cuando mucho son 50 las personas sí merecen ser atendidas por las autoridades que ya a raíz de las torrenciales lluvias registradas a mediados de septiembre pasado, sus viviendas no son habitables, lo cual fue corroborado por el propio estudio de campo realizado por las autoridades municipales.
La funcionaria municipal destacó que ya son más de tres meses los que el Ayuntamiento capitalino ha atendido a estas 49 familias —en total 159 personas— y no es que se pretenda evadir la responsabilidad que se tiene para con ellas, pero la verdad es que la inmensa mayoría no tiene necesidad de seguir en el albergue y “no es justo que permanezcan en el refugio porque sus viviendas se encuentran en óptimas condiciones.
Así, de acuerdo a este reporte oficial del Ayuntamiento, las familias que permanecen en el albergue del INDEG aun cuando sí tienen un lugar dónde vivir son las de: Baltazar González de Jesús, Leticia Cilio Sánchez Hernández, Ciriaco García Nava, Rosa Bucio Infante, María Andrés Tolentino, Floriberta Castañón Gaspar, Teresa Rosales Macedo, Verónica Sonora Abraján, Olga Rojas Medina, José Alberto Castro Hernández, Catalina Mejía Castorena, Juanita del Carmen Hernández, Orquidia Vázquez Sandobal, Patricia Colín Martínez y Sara Florentino Avilés.
Incluso, destacó la secretaria de Desarrollo Social municipal y encargada del citado albergue, la mayoría de estas familias ya recibieron por apoyos por concepto de empleo temporal y la tarjeta de enseres domésticos, que de manera global hacen más de 12 mil pesos.
Entre estos casos, resaltó la funcionaria municipal, está el de Orquidia Vázquez Sandobal, quien vive en casa de su mamá que es de tres niveles y la verificación indica que no perdió nada”, mientras que las dos personas que son las que andan agitando a los demás refugiados, Rosa Bucio Infante, su casa está habitable, en la colonia Barranca Chuchululuya, y Teresa Rosales Macedo de igual forma su vivienda está en pie en la colonia Amelitos Uno, parte baja, sobre la barranca.
Denisse Martínez citó que hay otras familias que dieron domicilios falsos con el fin de vivir en el albergue temporal y allegarse de los apoyos, como: Ana Esteban Sánchez, Guadalupe Ávila Salgado, María Natividad Ixtláhuac Ahuanta, Selestina Ixtláhuac Ahuanta, Elva Castorena Díaz, María del Rocío Sánchez Leyva, María Guadalupe Guerrero Benítez, Alberto Bautista Blanco y María Elena Carbajal Blanco, personas que no son conocidas en las colonias donde dicen que perdieron sus bienes, además de que no han presentado hasta esta fecha ningún comprobante que acredite que son vecinos de los lugares donde dicen que perdieron sus casas”.
Asimismo, citó, también hay dos familias que rentaban los lugares donde vivían, que no resultaron damnificadas, pero que se niegan a salirse del albergue.
Estos son los casos de las señoras Agustina Mosso Marcial y Liliana Alonso Gatica, mientras que hay 13 familias más que no proporcionados sus datos de vivienda, en tanto que hay mujeres que se registraron como madres solteras cuando la verdad es que tienen esposos y viven en las casas que habitaban de acuerdo a la verificación de campo que hicieron funcionarios del ayuntamiento.
La funcionaria municipal rechazó que el Ayuntamiento pretenda desalojar por la fuerza a los refugiados en el albergue del INDEG, sin embargó sí destacó que los gastos que por día se tienen que erogar para proporcionar las tres comidas, agua potable, servicio médico y hasta pañales para los niños, ascienden a más de 25 mil pesos. (Baltazar Jiménez Rosales)
Ayuntamiento, ya que una verificación de campo realizado por las propias autoridades municipales revela que 15 familias sí tienen un lugar donde vivir, mientras que a nueve más no las conocen en las colonias donde dijeron haber tenido sus domicilios.
De esta manera, reveló la titular de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano del Ayuntamiento de Chilpancingo, Denisse Martínez Mendiola, cuando mucho son 50 las personas sí merecen ser atendidas por las autoridades que ya a raíz de las torrenciales lluvias registradas a mediados de septiembre pasado, sus viviendas no son habitables, lo cual fue corroborado por el propio estudio de campo realizado por las autoridades municipales.
La funcionaria municipal destacó que ya son más de tres meses los que el Ayuntamiento capitalino ha atendido a estas 49 familias —en total 159 personas— y no es que se pretenda evadir la responsabilidad que se tiene para con ellas, pero la verdad es que la inmensa mayoría no tiene necesidad de seguir en el albergue y “no es justo que permanezcan en el refugio porque sus viviendas se encuentran en óptimas condiciones.
Así, de acuerdo a este reporte oficial del Ayuntamiento, las familias que permanecen en el albergue del INDEG aun cuando sí tienen un lugar dónde vivir son las de: Baltazar González de Jesús, Leticia Cilio Sánchez Hernández, Ciriaco García Nava, Rosa Bucio Infante, María Andrés Tolentino, Floriberta Castañón Gaspar, Teresa Rosales Macedo, Verónica Sonora Abraján, Olga Rojas Medina, José Alberto Castro Hernández, Catalina Mejía Castorena, Juanita del Carmen Hernández, Orquidia Vázquez Sandobal, Patricia Colín Martínez y Sara Florentino Avilés.
Incluso, destacó la secretaria de Desarrollo Social municipal y encargada del citado albergue, la mayoría de estas familias ya recibieron por apoyos por concepto de empleo temporal y la tarjeta de enseres domésticos, que de manera global hacen más de 12 mil pesos.
Entre estos casos, resaltó la funcionaria municipal, está el de Orquidia Vázquez Sandobal, quien vive en casa de su mamá que es de tres niveles y la verificación indica que no perdió nada”, mientras que las dos personas que son las que andan agitando a los demás refugiados, Rosa Bucio Infante, su casa está habitable, en la colonia Barranca Chuchululuya, y Teresa Rosales Macedo de igual forma su vivienda está en pie en la colonia Amelitos Uno, parte baja, sobre la barranca.
Denisse Martínez citó que hay otras familias que dieron domicilios falsos con el fin de vivir en el albergue temporal y allegarse de los apoyos, como: Ana Esteban Sánchez, Guadalupe Ávila Salgado, María Natividad Ixtláhuac Ahuanta, Selestina Ixtláhuac Ahuanta, Elva Castorena Díaz, María del Rocío Sánchez Leyva, María Guadalupe Guerrero Benítez, Alberto Bautista Blanco y María Elena Carbajal Blanco, personas que no son conocidas en las colonias donde dicen que perdieron sus bienes, además de que no han presentado hasta esta fecha ningún comprobante que acredite que son vecinos de los lugares donde dicen que perdieron sus casas”.
Asimismo, citó, también hay dos familias que rentaban los lugares donde vivían, que no resultaron damnificadas, pero que se niegan a salirse del albergue.
Estos son los casos de las señoras Agustina Mosso Marcial y Liliana Alonso Gatica, mientras que hay 13 familias más que no proporcionados sus datos de vivienda, en tanto que hay mujeres que se registraron como madres solteras cuando la verdad es que tienen esposos y viven en las casas que habitaban de acuerdo a la verificación de campo que hicieron funcionarios del ayuntamiento.
La funcionaria municipal rechazó que el Ayuntamiento pretenda desalojar por la fuerza a los refugiados en el albergue del INDEG, sin embargó sí destacó que los gastos que por día se tienen que erogar para proporcionar las tres comidas, agua potable, servicio médico y hasta pañales para los niños, ascienden a más de 25 mil pesos. (Baltazar Jiménez Rosales)
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