Recuerdan a Ignacio M. Altamirano, en el 179 aniversario de su natalicio

Tixtla, Gro.- El subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Finanzas y Administración, Abel Echeverría Pineda, señaló que “el mejor homenaje que podemos rendir a don Ignacio Manuel Altamirano, es el trabajo coordinado de los tres órdenes de gobierno para reconstruir nuestro Estado al través del Plan Nuevo
Guerrero que impulsa el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto”.
Al pronunciar el discurso oficial en la ceremonia conmemorativa al 179 aniversario del natalicio del don Ignacio Manuel Altamirano Basilio, el funcionario gubernamental señaló que la histórica inversión en infraestructura destinada por el Gobierno Federal permitirá a Guerrero cambiar el rostro de la pobreza y la marginación ancestrales.
Añadió que en Guerrero, “reconocemos y valoramos el apoyo permanente del Presidente Enrique Peña Nieto, por sus diversas visitas a nuestro Estado para conocer y evaluar las acciones de su gobierno en beneficio del pueblo”, así como el trabajo constante desplegado en el territorio guerrerense por el gobernador Ángel Aguirre Rivero, “para mejorar las condiciones de vida de los afectados por los fenómenos naturales que provocaron daños severos”.
De Ignacio Manuel Altamirano, señaló que es el mejor exponente de su raza, pues nació en el seno de una familia indígena y a los 14 años, sin hablar todavía castellano y sin saber leer ni escribir, inició su alfabetización.
Por su rápido aprendizaje, consiguió en 1849 una beca para estudiar en el Instituto Literario de Toluca, en donde impartió sus enseñanzas Ignacio Ramírez, El Nigromante. Añadió que como estudiante de Derecho en el Colegio de San Juan de Letrán, el joven Altamirano Basilio se lanzó a la palestra política, integrándose a la corriente revolucionaria de Ayutla que encabezaba Don Juan Álvarez; combate a los conservadores en la guerra de Reforma y más tarde se suma a los juaristas.
En 1861 fue electo diputado al Congreso de la Unión, donde exigió que se castigue al enemigo y enarboló el estandarte de la patria libre e independiente; luchó contra el imperio de Maximiliano y la invasión francesa en 1863, alcanzando en 1865 el grado de Coronel, por su participación en las batallas de Tierra Blanca, Cuernavaca y Querétaro.
Restablecida ya la República en 1867, consagró su vida a la enseñanza, la literatura y el servicio público, en el que desempeñó distintos cargos como magistrado, presidente de la Suprema Corte de Justicia y Oficial Mayor en el Ministerio de Fomento, entre otros.
Echeverría Pineda dijo que Ignacio Manuel Altamirano Basilio fue profesor en la Escuela Nacional Preparatoria, la de Comercio, la de Jurisprudencia y la Nacional de Profesores, entre otros y añadió que su obra educativa fue muy notable y puede afirmarse que sin su figura, la cultura mexicana se habría visto empobrecida.

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