Necesario retomar el proyecto de de La Parota: Evencio Romero S.

Hoy más que nunca se hace necesario retomar el proyecto de construcción de la presa hidroeléctrica La Parota, ya que su cortina ayudará a contener las grandes avenidas de agua como las ocurridas durante las torrenciales lluvias registradas durante el “puente patrio”, provocadas por la tormenta “Manuel” y el huracán
“Ingrid, consideró el diputado local Evencio Romero Sotelo.
El también coordinador de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos recordó que en una reunión llevada a cabo en el 2003 que fue encabezada por el entonces gobernador del estado, René Juárez Cisneros, los directivos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) hablaron de la necesidad que había de construir la presa precisamente porque en los años subsecuentes se esperaban grandes avenidas de agua que causarían destrozos.
Cabe hacer notar que la semana pasada, los actuales directivos de la empresa paraestatal hablaron de la urgencia que hay de que se retome el proyecto de construcción de la hidroeléctrica, porque además de la generación de energía eléctrica, detonará el desarrollo del estado, pues además habrá agua suficiente para Acapulco e incluso Chilpancingo, En este sentido, Evencio Romero Sotelo coincidió con los directivos de la CFE, toda vez que en los siguientes años no se descarta el riesgo de que se vuelvan a registrar avenidas extraordinarias de agua. Y es que dijo que si la presa La Parota ya estuviera construida, hubiera evitado daños en Omitlán y Papagayo, municipio de Juan R. Escudero, así como en la zona del Acapulco Diamante, La Sabana, Llano Grande y Llano Largo. Romero Sotelo recordó que en el 2003, los directivos de la CFE hablaban de una inversión superior a los mil millones de pesos para la construcción de la presa, que afectaría alrededor de 14 mil hectáreas de 19 comunidades de los municipios de Acapulco, Juan R. Escudero, San Marcos, Tecoanapa y Chilpancingo, en donde se generarían más de cinco mil empleos directos y cinco mil indirectos. Por si fuera poco, mencionó en estos municipios se desarrollaría el turismo alternativo de agua dulce, pues “si Valle de Bravo, en el Estado de México es lo que es con apenas 300 hectáreas, ahora imagínense lo que pasaría en Guerrero con 14 mil hectáreas de agua”. (Baltazar Jiménez Rosales)

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