El inicio del bombeo en la laguna de Tixtla casi termina a trancazos

A punto de enfrentarse a golpes estuvieron pobladores de Atliaca y damnificados Tixtla, debido a la oposición de los primeros para que el agua de la laguna que mantiene inundada casi la mitad de la cabecera municipal se desfogue por terrenos de Atliaca.

El incidente inició alrededor de las nueve de la mañana, cuando comuneros de Atliaca se apersonaron al sitio donde se colocó la tubería que desfogará el agua de la laguna, a un costado de la Carretera Tixtla-Apango, pretendían obstruir los conductos, y si no lo hicieron fue por la presencia de medio centenar de policías preventivos.
Un par de horas después al sitio se presentó el Síndico Procurador de Tixtla, David Martínez Valladares, quien ofreció a los habitantes de Atliaca que el bombeo no se iniciaría en tanto no se lograra tener un acuerdo y los conminó a asistir a una reunión a las seis de la tarde en el palacio municipal.
El caso es que cuando estaban llegando a ese acuerdo llegaron al sitio un centenar de pobladores de Tixtla quienes amenazaron con bloquear la carretera si no se encendía en ese momento el bombeo.
El síndico les pidió que no bloquearan y esperaran a que se fueran los de Atliaca, y entonces se encenderían las bombas, a pesar de lo cual se quedaron en el sitio a esperar.
Amagaron que, en caso de que los de Atliaca intentaran detener el bombeo, les responderían con un bloqueo carretero para que no pudieran sacar su tabique ni ingresar alimentos.
"Tixtla ha sido solidario con Atliaca, recuerden cuando se quemó el pueblo en los años 50, nosotros fuimos quienes les ayudaron a apagarlo, y ahora que tenemos una desgracia nos niegan el apoyo humanitario", dijo don Antonio Hernández Abraján.
Por su parte el Presidente del Comisariado de Bienes Comunales de Atliaca, Victorino Iglesias, respondió que no se negaban a que el agua se desfogue por sus tierras, siempre y cuando se especifique que no será una salida permanente y menos de aguas negras.
Asimismo exigen que se entube el agua hasta la salida del pueblo para que no se contaminen los manantiales de Atliaca, algo que consideran factible porque la Conagua tiene el material al pie de la comunidad.
En ese momento se inició la confrontación verbal entre pobladores de Atliaca y los de Tixtla, y ante la falta de acuerdos los tixtlecos procedieron a bloquear la carretera. Ello enardeció los ánimos, por lo que antes que se suscitara una zacapela, el director de la Policía Municipal, Rubén Reyes Zepeda, ordenó a sus elementos detener a los de Atliaca que se encontraban sobre una camioneta de redilas, a los cuales llevaron a la barandilla municipal.
Hasta la cárcel llegó el Presidente Municipal y representantes del gobierno estatal quienes “dialogaron" con las autoridades comunales de Atliaca que se encontraban detenidos y los convencieron de permitir el bombeo, mientras eso pasaba afuera se concentraron los damnificados de Tixtla y llegó un grupo de habitantes de Atliaca a exigir la libertad de sus compañeros, lo que derivó en otro conato de bronca. Alrededor de las tres de la tarde el Alcalde de Tixtla, salió con los detenidos de Atliaca a quienes ofreció una disculpa por haber sido detenidos, pues reconoció que no había ninguna acusación en su contra. Reconoció que los comuneros de Atliaca son los legítimos dueños de la tierra que podrían ser afectadas, por lo que ofreció una mesa de trabajo con autoridades de “alto nivel” para que estas se garanticen que no habrá contaminación, mediante el tratamiento que se le está poniendo al agua. (Por Abel Miranda Ayala)

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