El Ayuntamiento abandona las calles. No logró meter orden en la vialidad

ANTE LA INEFICIENCIA DE TRANSITO DEJAN “POR LA PAZ” A TAXISTAS Y COMBIEROS Y LES ENTREGAN LA CIUDAD

Este domingo el Ayuntamiento capitalino se metió en sus oficinas y abandonó las calles de la ciudad para dejar que taxistas y combieros sean los que se adueñen de ellas para hacer lo que les venga en gana. Será, pues, la ley del más fuerte, del que tenga más amistades que acudan rápidamente en su ayuda usando radios
y celulares para abusar de la ciudadanía. Tránsito Municipal mostró su absoluta incompetencia en la contingencia que se está viviendo y antes que tener que correr al Director de esa dependencia, mejor se abandonan las calles. Es de esperarse que los agentes de tránsito se dediquen desde hoy a otros menesteres, al igual que los patrulleros y peritos. A lo mejor los mandan al DIF o a cuidar casas de funcionarios municipales pues como agentes reguladores del tránsito vehicular, no hay una sola persona que les haga caso. Es más, se burlan de ellos, los insultan, los amenazan con “cesarlos” porque son hijos del Gobernador o del Alcalde, es decir, muy influyentes. Así, las calles adyacentes y el mismo mercado central ayer lucían pletóricas de autos estacionados en fila sencilla, en doble y hasta en triple. Es más, una patrulla de tránsito estaba atrapada en un gigantesco embotellamiento y el agente que la conducía se dedicó, con toda prudencia, a limarse las uñas sentadito ante el volante de la patrulla, seguro como estaba de que nada puede hacer. Es una lástima que no se pueda solucionar algo que como el tránsito vehicular solamente requiere de sentido común y mucha energía para aplicar el reglamento. Se desperdició la oportunidad que nos brindó una lamentable emergencia para meter orden en la circulación en particular y en la ciudad en general. Era tan grande el embotellamiento que se generaba este domingo en el mercado Baltasar R. Leyva Mancilla que las combis de una ruta foránea pusieron una unidad en una esquina bloqueándola, otra unidad dos calles más abajo, también bloqueándola y las combis de esa ruta de un pueblo vecino entraban y salían “por su calle” exclusiva. Nadie se apareció por ahí para sancionar el abuso. Ya nadie le teme a las autoridades, todos saben que no existen ni existirán. Si ya se abandonaron las calles por parte del Ayuntamiento, es cosa de que en breve la policía municipal también sea retirada y la ciudadanía tenga que formar sus propios cuerpos de seguridad como ha sucedido en otras latitudes donde por cierto han dado magníficos resultados contra la delincuencia. Recientemente había “tronado” como alcalde Luis Walton Aburto en Acapulco, comerciante que pensó que gobernar era fácil. Ahora truena Mario Moreno Arcos y de los cinco municipios más importantes de Guerrero ya solamente quedan tres alcaldes haciendo frente a la situación, los dos mencionados ya hicieron lo que los avestruces cuando ven venir los problemas: metieron la cabeza en un hoyo y no ven ni oyen nada.

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