Guerrero, cuarto lugar nacional en deportados de los “Yunaites”

Durante el primer semestre del año, Guerrero ocupó el cuarto lugar a nivel nacional en cuanto al número de mexicanos deportados de los Estados Unidos de Norteamérica, señalan los registros de la Secretaría del Migrante y Asuntos Internacionales del gobierno estatal. Las estadísticas de esta dependencia creada en esta
administración gubernamental indican que durante los primeros seis meses de este 2013 fueron deportados un total de 12 mil 250 guerrerenses del vecino país del norte, aunque cabe la posibilidad de que el número se eleve a más de 25 mil al término del año. No obstante, este 2013 la cifra de guerrerenses deportados de los Estados Unidos de Norteamérica será menor a la que se registró en años anteriores, pues en el 2012 fueron 28 mil los connacionales que fueron regresados a su terruño mientras que en el 2011 el número de personas que vio cancelar su “sueño americano” fue de 30 mil. Al respecto, el titular de la Secretaría del Migrante y Asuntos Internacionales, Netzahualtcóyotl Bustamante se congratuló porque las cifras de guerrerenses deportados de los Estados Unidos venga a la baja, pero aún más, el 50 por ciento de quienes fueron regresados a Guerrero únicamente llevaban seis meses en ese país. Aún más, el funcionario estatal apuntó que de unos cinco años a la fecha cada vez son menos los guerrerenses que buscan ingresar a los Estados Unidos, ya que los “coyotes” aumentaron de manera por demás drástica sus cuotas, aparte de que el gobierno de ese país reforzó la vigilancia en la zona fronteriza. Sin embargo, la cifra de jornaleros agrícolas que emigran a los campos de cultivo del norte del país es muy elevada, pues cuando menos son 50 mil los campesinos de las regiones de la Costa Chica y Montaña, los que se van de Guerrero en busca de mejores condiciones de trabajo, las cuales no encuentran en sus comunidades de origen. Y precisamente, es por estas fechas que los miles de jornaleros agrícolas comienzan el éxodo hacia los campos de cultivo de los estados del norte del país y de Morelos, aunque el mayor porcentaje abandona sus comunidades durante los primeros días de noviembre, después de los “Días de Muertos”. (Baltazar Jiménez Rosales)