Es lamentable que la violencia haya alcanzado a los luchadores sociales

Es lamentable que la inseguridad pública y la violencia haya alcanzado a los luchadores sociales, expresó el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso del Estado, Jorge Salazar Marchán, quien lamentó los arteros asesinatos del dirigente de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur “Emiliano Zapata”,
Raymundo Velázquez Flores, y su compañero Samuel Vargas Hernández ocurridos la tarde del lunes en Coyuca de Benítez. Esta situación, dijo, es delicada, porque no tan sólo se criminaliza la lucha social sino que también ya se comenzó a asesinar a los dirigentes, a los luchadores sociales, y en este sentido citó los casos del líder de la Unión Campesina “Emiliano Zapata”, Arturo Hernández Cardona; de la ecologista calentana Juventina Villa, y ahora el del propio Velásquez Flores y su compañero de organización. Asimismo, tras considerar como lamentable el asesinado de este tipo de personas que dentro de la lucha social se mantienen en un bajo perfil, porque no buscan cargos de elección popular, el legislador local descartó que detrás de las ejecuciones de los luchadores sociales se encuentren las fuerzas oscuras del estado. “Aún no ha regresado esa etapa negra a la entidad que desgraciadamente sucedió en las décadas de los setentas y en los ochentas” con una “guerra sucia en la que se dio una represión selectiva contra las dirigencias de las organizaciones, y fue un periodo que se caracterizó por la desaparición de personas”, apuntó. En ese entonces, agregó, hubo una represión generalizada contra los movimientos sociales que fueron criminalizados, hubo persecución y una represión selectiva a través de grupos paramilitares que fueron creados al calor del Mando Unico de Policía que hoy pretende regresar”. Sin embargo, atajó, en la actualidad “no veo la mano del estado” en la ejecución de los luchadores sociales. 
El Mando Unico Policial 
Y en cuando al Mando Unico de la Policía en esta entidad, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso local mostró una total oposición, ya que al centralizar todas las funciones y atribuciones de la policía en una sola persona alentaría la violación de los derechos humanos, precisamente como en la “guerra sucia”, ya que “cuando existió el Mando Unico en Guerrero, se llamó Acosta Chaparro, que es quien controlaba hasta Protección Civil y todas las fuerzas, y todo mundo se reportaba con él”. (Baltazar Jiménez Rosales)

Comentarios