Saquean en dos ocasiones el Centro de Control Canino
En menos de una semana, el Centro de Control y Atención Canino y Felino del ayuntamiento capitalino ha sido allanado en dos ocasiones en las que los delincuentes han robado, en la primera ocasión, cinco perros que habían sido rescatados de las calles y –otros- abandonados en este lugar por sus propios dueños.
La
situación tal vez no sería preocupante, y seguramente para muchas personas carece de la mayor relevancia que el domingo por la noche personas ajenas al Centro hayan ingresado a sus instalaciones para llevarse a los cinco animales, pero el miércoles por la noche ocurrió un nuevo incidente cuando los delincuentes se introdujeron al lugar para llevarse en esta ocasión vacunas contra la rabia y otro tipo de medicamentos que son utilizados para diferentes tratamientos de las mascotas. En esta segunda ocasión los candados que resguardan los portones del lugar fueron arrancados por la fuerza, así como también fue violada la puerta del quirófano en donde se realizan las esterilizaciones y en dónde además se almacenan y guardan todo tipo de medicinas, el reactivo antirrábico y otro tipo de vacunas para prevenir diferentes enfermedades en perros y gatos. Cabe señalar que son por demás extraños los robos y allanamientos al Centro de Control Canino, sobre todo si se toma en cuenta que la puerta principal de ingreso al lugar, colinda de manera muy cercana –menos de diez metros- con el acceso al Corralón de Tránsito Municipal, en donde se supone que personal dela corporación realiza guardias durante las 24 horas. Resulta sumamente extraño que los encargados del Corralón no se hayan percatado, ni escuchado cuando los delincuentes ingresaron por la fuerza al lugar, y sobre todo, que los hechos ya hayan ocurrido dos veces en menos de una semana y casi frente a sus narices. Y si bien el trabajo del personal de la Dirección de Tránsito Municipal no está obligado a vigilar al Centro de Control Canino y Felino, resulta por demás sospechoso que al escuchar ruidos extraños por la noche o notar que personas ajenas al lugar pretendían ingresar al mismo, no lo hayan por lo menos reportado, sobre todo si se toma en cuenta que son instalaciones que forman parte también del ayuntamiento capitalino. Hasta el momento, la policía capitalina ya tiene conocimiento de los hechos, aunque es notable su indiferencia y desinterés para prevenir nuevos ataques de la delincuencia. (Redacción)
situación tal vez no sería preocupante, y seguramente para muchas personas carece de la mayor relevancia que el domingo por la noche personas ajenas al Centro hayan ingresado a sus instalaciones para llevarse a los cinco animales, pero el miércoles por la noche ocurrió un nuevo incidente cuando los delincuentes se introdujeron al lugar para llevarse en esta ocasión vacunas contra la rabia y otro tipo de medicamentos que son utilizados para diferentes tratamientos de las mascotas. En esta segunda ocasión los candados que resguardan los portones del lugar fueron arrancados por la fuerza, así como también fue violada la puerta del quirófano en donde se realizan las esterilizaciones y en dónde además se almacenan y guardan todo tipo de medicinas, el reactivo antirrábico y otro tipo de vacunas para prevenir diferentes enfermedades en perros y gatos. Cabe señalar que son por demás extraños los robos y allanamientos al Centro de Control Canino, sobre todo si se toma en cuenta que la puerta principal de ingreso al lugar, colinda de manera muy cercana –menos de diez metros- con el acceso al Corralón de Tránsito Municipal, en donde se supone que personal dela corporación realiza guardias durante las 24 horas. Resulta sumamente extraño que los encargados del Corralón no se hayan percatado, ni escuchado cuando los delincuentes ingresaron por la fuerza al lugar, y sobre todo, que los hechos ya hayan ocurrido dos veces en menos de una semana y casi frente a sus narices. Y si bien el trabajo del personal de la Dirección de Tránsito Municipal no está obligado a vigilar al Centro de Control Canino y Felino, resulta por demás sospechoso que al escuchar ruidos extraños por la noche o notar que personas ajenas al lugar pretendían ingresar al mismo, no lo hayan por lo menos reportado, sobre todo si se toma en cuenta que son instalaciones que forman parte también del ayuntamiento capitalino. Hasta el momento, la policía capitalina ya tiene conocimiento de los hechos, aunque es notable su indiferencia y desinterés para prevenir nuevos ataques de la delincuencia. (Redacción)
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