Enésimo bloqueo de la CETEG causó instantes de tensión al sur de la ciudad

Instantes de tensión se vivieron ayer al sur de esta capital, en la Autopista del Sol, cuando integrantes del ahora llamado Movimiento Popular Guerrerense, en su mayoría maestros de la CETEG, bloquearon la circulación de esa vía federal, hasta donde la Policía Federal acudió a convencerlos de retirarse
pacíficamente. Por el lado de los manifestantes participaron en el bloqueo alrededor de cuatro mil personas, en su mayoría miembros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación, quienes demandan al gobierno federal que se derogue la Reforma Educativa y al gobierno estatal que en la Ley de Educación del Estado de Guerrero se adicionen artículos que garanticen la gratuidad de la educación, que se respeten los derechos laborales del magisterio y que se garanticen plazas para todos los egresados de las normales públicas. Los quejosos salieron del campamento que mantiene en la avenida Circunvalación de la colonia Burócratas, se dirigieron al bulevar y bloqueando la circulación de los cuatro carriles centrales, avanzaron hasta frente al hotel “Parador del Marqués”, ahí se distribuyeron hasta bloquear las salidas a las laterales y con ello obstruyeron además los accesos de la Autopista del Sol y la carretera libre México-Acapulco. Transcurridos unos 45 minutos de iniciado el bloqueo, llegó hasta ese lugar una columna de uniformados del grupo Espartaco de la Policía Federal, el mismo que la semana pasada replegó a los maestros en ese lugar. Entre las filas del magisterio no faltó el irresponsable que a gritos retaba, “Espartaco venimos por la revancha”, al tiempo que algunos empuñaban en alto palos, tubos, resorteras y demás objetos que portan para contraatacar ante lo que parecía un inminente desalojo. El oficial al mando se acercó a los manifestantes y los conminó a despejar la carretera, en tanto la tropa de federales se formaba en todo lo ancho de la carpeta de asfalto en espera de la orden de avanzar. Como era de esperarse, los maestros se negaron y comenzaron a gritar consignas, entonaron el Himno Nacional Mexicano, después el himno (de la Unidad Popular Chilena) Venceremos. Tras algunos minutos de estira y afloja, plazos de “otros minutitos”, etcétera, los profesores hallaron la forma digna de retirarse —sin rendir plaza— y en esta ocasión fueron ellos quienes ofrecieron retirarse, siempre y cuando les permitieran volver sobre sus pasos, camino a su campamento, pero ocupando los cuatro carriles del bulevar. El mando de la Policía Federal accedió e incluso ante micrófonos agradeció a los maestros y sus acompañantes lo prudente de su decisión y en menos de lo que se cuenta la tropa de federales se replegó a los costados del camino para permitir la marcha de los manifestantes, que una hora más tarde arribaron a las afueras del edificio del Congreso del Estado, donde sus líderes estaban reunidos con algunos diputados. (Abel Miranda Ayala)

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