Capturó la PGJE a uno de los presuntos homicidas del Auditor Salvador Becerril

“El Chato” como lo apodan habría confesado que fue quien lo apuñaló; su cómplice anda prófugo, pero ya está identificado 

La Procuraduría General de Justicia del Estado, dio a conocer que en el trascurso del pasado fin de semana, fue detenido uno de los presuntos ejecutores del homicidio perpetrado en agravio del Auditor Salvador Becerril Gómez, asesinado la madrugada del pasado 2 de marzo en su domicilio de la calle Salubridad y
Asistencia en la colonia Ruffo Figueroa. El detenido y presunto inculpado es Carlos Eduardo Cruz García, Alias “El Chato” de 18 años de edad, quien fue detenido en su domicilio ubicado en calle Mariano Matamoros número 2 de la colonia Bugambilias de esta ciudad capital, a quien se le aseguró un teléfono
celular iPhone, propiedad del auditor asesinado. El informe de la PGJE agrega que una vez aceptada su participación en el homicidio, Carlos Eduardo Cruz fue presentado ante la Fiscalía Especializada para la Investigación, del Delito de Homicidio Doloso cometido en agravio de mujeres y demás personas con orientación o preferencia sexual por identidad o expresión de género. Ello para que rindiera su declaración ministerial en relación a los hechos que se investigan dentro de la averiguación previa PGJE/FEIHDM/01/001/2013, instruida por el delito de homicidio en agravio de Salvador Becerril Gómez, quien fuera ultimado entre la noche del sábado 2 y la madrugada del domingo tres de marzo en su domicilio particular. De acuerdo al informe oficial; en relación a su participación, Carlos Eduardo Cruz García narró que el día 2 de marzo entre las 21:30 y 22:00 horas él y David Guinto Sandoval, alias “El Chaval” arribaron al domicilio de Salvador Becerril Gómez, de quien eran conocidos y fue por eso que les abrió la puerta y les permitió entrar. Que, una vez estando en el interior de la casa, estos le pidieron agua y el Becerril Gómez les dio jugo, argumentando Carlos Eduardo Cruz García que el auditor debió ponerle algo al jugo ya que al tomarlo se sintió mareado, hecho que aprovecho el auditor para tratar de acariciarlo. Supuestamente, al darse cuenta Carlos Eduardo de las intenciones de Salvador Becerril, se resistió a complacerlo y comenzó a golpearlo, por lo que el hoy occiso empuñó un cuchillo con el cual intentó lesionarlo o matarlo. Habrían forcejeado y Carlos Eduardo logró arrebatárselo, siendo en ese forcejeo que recibió una cortada en una mano, pero ya en posesión del arma punzocortante se la enterró a Becerril Gómez varias veces a la altura de la tetilla del lado izquierdo, al mismo tiempo que el otro partícipe David Guinto Sandoval, le asestaba un golpe en la cabeza con un objeto duro al auditor. Así se inició una riña entre el auditor y ellos y fue por eso que la casa quedo hecha un desorden y los sillones manchados de sangre, habría declarado Carlos Eduardo, quien agregó que siguieron golpeándolo hasta que vieron que estaba privado de la vida. El informe señala que como Carlos Eduardo, estaba sangrando abundantemente por la herida de la mano derecha, se introdujo al baño y se lavó en el lavabo que también quedo manchado de sangre así como el pasillo de la salida de la casa. Mientras tanto, David Guinto Sandoval aprovecho para subir a la camioneta del auditor (cuyas llaves se encontraban a la mano) dos pantallas de plasma, dos computadoras laptop, una Tablet, tres teléfonos celulares y otros objetos. El informe de la PGJE termina señalando que, una vez perpetrado el homicidio, ambos abordaron la camioneta y se repartieron parte del dinero que habían sustraído de la cartera del auditor y dedicándose todo el transcurso de la madrugada a ingerir bebidas embriagantes por toda la ciudad. Ya casi al amanecer David Guinto Sandoval, fue a dejarlo a su domicilio particular diciéndole (a Carlos) que por la tarde se repartirían parte del botín obtenido, ya que él se iría de la ciudad. (Nota: Redacción / con información oficial)