En Guerrero, hasta el año 2002 el PRI perdió su hegemonía en el Congreso

Desde la instalación del Primer Congreso Constituyente del Estado de Guerrero, que se llevó a cabo después de la erección de la entidad —el 27 de octubre de este año hará 164 años— el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus antecesores mantuvo tuvo su hegemonía por alrededor de
153 años, revela el ensayo titulado “Historia del Parlamentarismo en Guerrero 1850-2013” elaborado por José Trinidad Zamacona López, con motivo del Bicentenario de los Sentimientos de la Nación. El estudio realizado por Zamacona López revela que de 1850 a este 2013, en Guerrero ha habido 934 diputados y 59 gobernadores y que fue hasta la 57 Legislatura —2002-2005, en el periodo gubernamental de René Juárez Cisneros— cuando el PRI comienza a perder su hegemonía en el Congreso del Estado al ceder al Partido de la Revolución Democrática (PRD) un número importante de distritos electorales. Sin embargo, fue hasta la 58 Legislatura —2005-2008— cuando pierde el mayor número de espacios y pierde por primera vez la mayoría en el Congreso del Estado y, como consecuencia, la Presidencia de la Comisión de Gobierno. En la 59 Legislatura recupera espacios y empata con el PRD, por lo que negocia con el partido del sol azteca y aunque llegan al acuerdo de compartir la Comisión de Gobierno, es finalmente el partido amarillo el que se queda con ese espacio debido a que seis diputados priístas se declaran independientes. En actual 60 Legislatura, es el PRD el que mantiene el control de la Comisión de Gobierno, al ganar la mayoría de los distritos electorales en las pasadas elecciones. Toda la historia del parlamentarismo en Guerrero viene desglosada de manera pormenorizada en este ensayo de Zamacona López, quien en sus conclusiones señala que esta entidad suriana necesita de un Poder Legislativo más autónomo y más independiente no sólo de los demás poderes del Estado sino también de los partidos políticos y grupos de poder. El autor señala también la necesidad de que los diputados también sean evaluados por los electores, a través no sólo de sus informes hacia sus representados sino en el número de iniciativas de ley que presenten. Zamacona López señala que si los diputados no son evaluados, los electores nunca sabrán su verdadero rendimiento, “pues toda función pública requiere de evaluación, y la función legislativa no debe estar exenta de ser medida, pues una de sus funciones es la del control de los demás poderes, pero a ellos quien los controla y de qué forma, es decir, quién vigila al vigilante”. En el ensayo se incluye también, por Legislatura —desde la instituyente, en 1850— los nombres de quienes han sido diputados locales y a manera de ejemplo se cita que en el Congreso instituyente estuvo el señor Tomás Gómez, abuelo de la ex diputada local Guadalupe Gómez Maganda Bermeo. Además, aparecen también quiénes han repetido como diputados locales desde dos y hasta tres y cuatro veces y entre ellos aparecen desde priístas hasta perredistas. (Baltazar Jiménez Rosales)

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