El mando del “Guerrero Seguro” al Ejército por la desconfianza en las policías locales

Probablemente el gobernador Angel Aguirre Rivero dejó en manos del Ejército Mexicano la conducción del operativo “Guerrero Seguro” por la desconfianza que hay en las corporaciones policiacas locales, con el fin de que haya mejores resultados en el combate a la delincuencia
organizada, consideró el presidente de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Coddehum), Juan Alarcón Hernández. El ombudsman señaló que el hecho de que el Ejército Mexicano haya tomado las riendas de este operativo no quiere decir que necesariamente se vayan a
incrementar las quejas contra sus efectivos, por presuntas violaciones a los derechos humanos, pues recordó que en el 2012, las quejas contra elementos del organismo castrense disminuyeron drásticamente, ya que de 400 que se recibieron durante el 2010 y el 2011 bajaron a sólo 50 en todo el año pasado. Además, Alarcón Hernández atribuyó el cambio de mando en el operativo a la nueva política que en materia de seguridad pública impulsa el nuevo gobierno de la República Apuntó que ante la violencia registrada desde hace muchos años y frente a los hechos lamentables ocurridos diariamente es preciso tener una mayor eficacia para combatir la inseguridad en Guerrero y como “se ha visto que las policías no tienen la preparación para combatir a la delincuencia organizada, quizá el Ejército pueda. Añadió que al parecer el Ejército Mexicano estará de manera temporal o provisional al mando del Operativo Guerrero Seguro “y después se darán los pasos para que con mayor eficacia las policías puedan enfrentar esta problemática, una vez que se hayan capacitado para mejorar el servicio de los policías a favor de la sociedad y en el combate de la inseguridad”. Comentó que es probable que el cambio de mando en el operativo contra la delincuencia organizada sea por la desconfianza que hay contra las corporaciones policiacas del estado que incluso no están del todo certificadas, ya que muchos de sus elementos no pasaron los exámenes de control de confianza. (Baltazar Jiménez Rosales)