La Estrella de Oro va “de mal en peor; queja de los usuarios

Usuarios de servicio de transporte en la línea Estrella de Oro se quejaron del mal servicio que se está prestando, al menos en la ruta Chilpancingo-Iguala, en la que los autobuses están saliendo hasta con una hora de retraso y no hay un sitio a donde puedan acudir a quejarse, en ninguna de las terminales
de las dos ciudades. Graciela Flores, quien el pasado viernes tuvo que viajar de esta capital a la ciudad tamarindera, relató que adquirió boleto para salir a las 5 de la tarde con 40 minutos, sin embargo el autobús no salió sino hasta las 6 de la tarde con 50 minutos, lo que le generó problemas porque llegó a su destino más tarde de lo esperado. La quejosa indicó que durante las más de una hora de espera en la terminal acudió a preguntar primero a un guardia en la puerta si sabía que pasaba con el autobús de la ruta a Iguala, “sin embargo el tipo muy arrogante respondió, siéntese y espere a que lo anuncien”. Ante la negativa de información acudió a preguntar en la taquilla, a quienes les indicó que perdería una cita de negocios por el retraso del autobús, ahí la respuesta no fue muy alentadora, “nosotros sólo vendemos boletos tendría que ver eso con la gerencia”, sin embargo la gerencia de la Estrella de Oro se encuentra instalada en el puerto de Acapulco, por ello no pudo hacer ninguna queja por el mal servicio mucho menos reportar a los arrogantes empleados. Añadió que durante el tiempo que pasó esperando, observó que lo mismo pasaba con autobuses que viajaban al puerto de Acapulco y otros destinos, y los pasajeros sin poder hacer nada no les quedó más que esperar, pues incluso uno de ellos trató de que le devolvieran su dinero del boleto para ir a otra línea de autotransporte que tenía salida inmediata, pero le indicaron que no podrían devolverle su dinero porque la hora de su salida ya había pasado y el sistema lo rechazaría. Ante la situación buscaron hablar con alguna persona que pudiera darles una respuesta pero lo único que lograron fue que hasta burlas recibieran de parte de los empleados, quienes les indicaban, “espérense o paguen de nuevo en la terminal de enfrente, que es lo mismo están igual de retrasados que nosotros”. La respuesta fue recibida como una grosería por la mujer quien le pidió al empleado que no se burlara, porque su obligación era atenderlos y para eso pagaban un servicio, “el tipo se volteó y dijo sigan ladrando, nadie los va a pelar” La mujer que dijo viajar al menos cada 15 días a esa ciudad señaló que utiliza esta línea porque siempre habían dado un servicio medianamente bueno, “sin embargo no sé qué ha pasado últimamente, que pareciera que a todos los empleados les cambió el carácter, o los obligan a ser groseros con el usuario, por eso se perderán de mi dinero ya que en lo sucesivo utilizaré otras líneas de transporte, los taxis o si es necesario hasta de raid me voy pero no voy a pagar para recibir groserías”. (Abel Miranda Ayala)

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